cap. 12- DEL OTRO LADO DE LA CALLE.

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Paso a paso, vamos subiendo las escaleras hacia su cuarto, es un poco largo el recorrido, el me hablaba pero la verdad estaba ida, sumida en mis pensamientos, intentando no desmoronarme ante el, pero es que esos, ojos, esa mirada, ese cuerpo. mmm, son una tentación, hasta para mi.

Aly, te presto algo para dormir-Dice Emily, gritando en la otra esquina  del pasillo.

Ravel y yo nos miramos y luego la miramos, Emily se acerca, y me muestra dos de sus batas, a penas las veo me sonrojo y ni siquiera puedo ser capaz de mirar a Ravel, es que esas batas de dormir, realmente son atrevidas, son de tela trasparente, arriba son muy escotado, y abajo mejor no lo digo.

Emily es conde eso-Digo gritando y escondiendo esas armas, que Ravel ya vio.

-Ella no va a necesitar eso-Dice Ravel, des complicad-amente, me agarra de la mano y seguimos caminando.

-¿Por que no lo va a necesitar? Rav-Dice Emily un poco retadora.

Ravel, me mira diciendo: No lo va a necesitar por que de todas maneras se lo voy a quitar, sera un estorbo.

Lo miro sorprendida y lentamente me acerco a el, el se percata y me acerca, nos arre costamos a una de las paredes de la amplia casa que hoy me acoge; escuchamos una carcajada un poco disimulada y sentimos como Emily se va con una cara de victoria, al parecer logro su cometido.

Nos besamos apasionadamente su lengua recorre todos los lugares de mi boca, comenzamos a encender la llama del deseo, pero no se si podre hacer lo que mi chico quiere.

Sus manos se posicionan en mi trasero y pronto estoy acomodando y entrelazando mis piernas en sus caderas, realmente esa posición me gusta.

Al parecer no peso, me toma como una pluma, empieza a caminar sin siquiera despegar sus labios de los mios, supongo que sabe muy bien el camino por que sin siquiera ver por donde va llegamos a la que creo es su habitación.

Abre la puerta con dificultad, entramos y esta todo apagado, cierra la puerta con fuerza y nos acercamos a la cama, nuestras respiraciones son agitadas, en cada beso siento su sonrisa, sus manos recorriendo todo mi cuerpo.

Amor espera-Dice Ravel dejando me atónica, lo miro con confusión, el se aleja diciendo:

-No quiero que esto sea interrumpido a si que mejor prevengo; va a la puerta la cierra con seguro, saca su celular del bolsillo de su pantalón, lo apaga, va a el balcón que apenas me doy cuenta que esta alli, abre las ventanas y comienza a inundar la fresca brisa de la noche.

Me muerdo el labio inferior apenas lo veo, quitarse su suéter, dejando al descubierto sus bien formados brazos y su majestuoso abdomen, su mirada es matadora.

-Que pasa nena, te gusta?, quieres tocar?, solo dime tus deseos son ordenes- me dice con una sonrisa sexy y provocativa.

-He visto mejores-Digo mintiendo, a un que realmente, los modelos que veo en el internet no están tan mal.

- A si?, te enseñare, tal vez ellos tengan mejor cuerpo, pero te aseguro que nadie lo hace mejor que yo.-Me dice confiadamente sonriendo y acercándose a mi.

-En ton ces demuestra me lo-Digo con voz firme, levantando me en mis rodillas y apoyando me en la cama.

Se acerca lentamente se va apoyando en la cama, nos besamos, bruscamente me acuesta en su cama, sus manos me van despojando de cada prenda, mi blusa fue la primera en irse, luego lo escucho reir abro los ojos y lo veo luchando con mi pantalón, se ve algo frustrado, no puedo evitar reírme, su aspecto es el de un niño que no puede conseguir lo que quiere.

-Que pasa AMOR, no puedes hacerlo, o te queda grande demostrar me - te estas metiendo en problemas, después no te andes quejando, dice mi conciencia apareciendo justo después de a ver terminado de hablar.

Miradas PeligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora