Capitulo 23: Dos bandos

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Desde ese día ME HE SENTIDO LA PEOR PERSONA DEL MUNDO.


-Hola Aly, ¿como estas?.- Escucho decir a mi lado a Emily.-ya llevamos dos semanas sin, que ella se habla con los chicos, claro que ella es otra orgullosa y dice que no va ceder, pero de todas maneras yo no puedo evitar sentir me culpable.


-Hola.-Digo sin ánimos de hablar.

Mis manos comienzan a temblar cuando junto a nosotras pasa Ravel y Hayden, paso a paso los seguimos con las miradas, pero ellos ni nos determinan, caminan unos cuantos pasos justo cuando pasan por mi espalda siento como alguien me empuja, quedando atrapada y sin salida me caigo enzima de Emily, las dos en el suelo en una posición no tan conveniente.


Mis piernas están enredadas con las de ella, las personas en el salón nos miran con cara de asco; en un intento de levantarme, me resbalo y caigo de nuevo arriba de su cuerpo, Emily, se da la vuelta dejando me debajo, desenreda nuestras piernas y se intenta levantar, cuando de pronto observo cuando Hayden trata de acercar se, cero que ayudar la, al parecer se ablando su corazón.


-Estas bien Emily, nena yo te ayudo.-Escucho decir a un chico que jamas habia notado.


Veo como este le agarra la cintura y la ayuda a levantar, pasando sus brazos por su cadera y acercando se peligrosamente a sus labios.-Gracias.-La escucho responder.


"Siento como otro chico desconocido, extiende su mano, la agarro y de inmediato me incita a levantar me, al momento de hacerlo, este me estrella contra el, diciendo."


-Espero que no te ayas hecho daño por que no me gustaría que una dama como tu se lastime.


"Mi mirada se cruza con la de el, me sonríe tierna mente, a si que no esta de mas devolver le la sonrisa."- Gracias, le digo mientras este desprevenidamente besa mi mejilla, de inmediato me alejo un poco, a lo que este responde con un leve sonrojo.


-Tranquila, no te voy a besar, a un.-Me dice con una sonrisa picara.

-Disculpa, pero...-No termino de hablar cuando escucho decir groseramente a Ravel.


-Bueno, dejemos el romance y las malditas hormonas para un motel.-Mis ojos se llenan de furia, lo miro con rabia, y cuando me dispongo a contestar le, soy interrumpida por este mismo.


-No importa que mierda vas a decirme, total ya no me debes explicaciones.-Lo miro con un brillo inusual en los ojos, se me forma una sonrisa.


- No te creas tan importante, te supere hace tiempo, como para rebajar me, a un que te recuerdo que nunca te pedí permiso para algo.-Le digo haciendo que todos sus amigos formen una O con sus labios.


-Siempre has dependido de mi.-Dice el orgullosamente, mientras que se estrella con mi mirada, seguidamente que mis ojos se inundan de furia y una sensación de venganza me recorre todo el cuerpo.


-Al parecer no puedes dejar de describirte.-Le digo una sonrisa.


Miradas PeligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora