• 1 6 • Todo pasa, la vida sigue

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—¿Eso fue todo?

Observé a Shane. Me miraba expectante, con sus dos ojos aceitunados fijos en mí desde el otro lado de la encimera de la cocina. Ambos teníamos un café y un té en mano apoyados en el mueble. Era de noche, casi daban las diez y aunque hace unas semanas hubiera parecido repentino últimamente se habían hecho normales estas pláticas.

Shane se pasaba a ver como estaba y terminamos hablando por horas. Otras veces eran Lau, o Nadia. Incluso Jason. Tenía el presentimiento que se convertía en casi una certeza de que todos tenían una clase de malévolo acuerdo para protegerme de la soledad. Aunque en el fondo lo agradecia.

Casi podía visualizarlos en un grupo de Whatsapp diciendo lo miserable que podía estar sin Evan, y que tenían que venir a mi rescate como héroes sin capa.

No la dejen sola. ¡Todos al rescate!, los podía escuchar. Luego, Mierda, somos adultos, trabajamos y estudiamos. Yo te cubro.

Bueno, no. Probablemente no fuera tan heroica la escena, ni llovían calendarios para hacerme compañía a todas las horas del día. Ni tampoco los quería. Necesitaba mi espacio, de eso se trataba todo esto, ... ¿no es así? Pero, si había de decir algo, es que tenía a los mejores amigos del mundo, y no sabían cuánto los quería.

Habían pasado unas cuantas semanas desde que Evan y yo habíamos hablado por última vez. El silencio y su ausencia era como una formalización del tiempo que nos estábamos dando, y si había aprendido algo durante estas últimas semanas, era que no tenía ni idea de qué demonios significaba darte un tiempo con alguien que amas.

¿Dejaba de doler? Ciertamente no.

¿Había solucionado mi mierda? No.

¿Por qué razón se preguntarán? Porque no sabía ni siquiera el problema.

Me encogí de hombros, frunciendo el ceño.

—¿No has sabido más nada de él?

—Le dije que quería un tiempo, sinceramente no quiero verlo. Se que si veo a Evan...— suspiro con frustración, no entendiendo las señales contradictorias que me estaba dando el corazón— Hay algo que está mal conmigo ahora, es como... si me viera y no me reconociera. No soy la misma Jules adolescente que se enamoró... y, a veces me pregunto qué significa eso.

—Todos cambiamos, estás creciendo y madurar viene con el paquete completo de la vida, Jones. —su mano levantó mi mentón y lo observé. Me miraba con atención y determinación, aunque su toque era atento y suave, sin esperar nada. La distancia que nos separaba entre la mesa de pronto parecía muy cerca.

Pero lo que sentí fue calidez.

Fruncí el ceño de nuevo.

—¿Qué pasa cuando no te gusta en quién te estás convirtiendo?

Arqueó una ceja, y giró el rostro, mirándome mejor.

—¿Estás segura de que no te gusta? ¿O es miedo de no gustarle a los demás?

Me reí y sacudí la cabeza. Incrédula me aleje un poco.

—Desde la secundaria he sido la chica más común que has visto en la vida, Shane. No he destacado en nada —señalé con un dedo— ni en calificaciones, ni en belleza y mucho menos en popularidad... y estoy bien con eso. ¿Recuerdas cómo nos conocimos? El Dios de la escuela me conocía porque mi madre era amiga de la suya. Evan me conoció no por mis dotes sociales, sino por una coincidencia en una aplicación de lectoras. Las únicas personas a las que les he gustado y me importan, ... son ustedes.

Shane me sonrió cuando terminé de hablar y tomé aire, pero era una sonrisa cerrada.De pronto sentí que no era del todo sincera, sino algo pensativa.

My Wattpad Love "Growing Up" (Finales Alternativos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora