2 meses
Jules
Muchos lamentan la llegada del invierno.
No quería ser de esas personas, pero siempre me he sentido más a gusto en el invierno que en verano. Estos meses han sido lentos y duros. Sentía que el tiempo iba volando y nada cambiaba.Hasta que de repente todo lo hizo. Todo comenzó q moverse más rápido de lo que le sentía acostumbrada. Era como..., si la vida estuviera gritándome que debía tomar una decisión. No solamente en lo personal, sino en mi carrera. Tuve decisiones que cambiaron todo. Dejé a Evan y comencé a enfocarme en mi misma. En mis sueños sin él, los cuales me sorprendieron, porque volví a comenzar a amarme y conocerme. A añorar esos momentos de soledad, y a las amistades que tanto me habían acompañado. Todo parecía comenzar a retomar un sentido superior. No tenía en mi cabeza mente para el romance, pero si había una fuerza que antes no parecía tener.
Cuando no estaba trabajando, estaba estudiando, y cuando no estaba haciendo ninguna de las dos, estaba pasando tiempo con mis amistades y mi madre. Todo eso me daba fuerzas.
Era una antigua yo, y una nueva yo.
Nunca me había sucedido no estar añorando a alguien o la idea de alguien.
Pero ahora estaba bien. Más que bien. No necesitaba estar con ninguna persona que no fuera yo misma y mis metas.
Luego de que todo sucediera, me di cuenta de que era hora de mudarme de casa. Necesitaba comenzar a independizarme, salir de mi comodidad y alejarme de muchos recuerdos, si es que de verdad quería ser lo suficientemente fuerte como para salir de esto.
No era lo económico lo que me detenía; sino las razones. No había nada practico mudarme de mi propia casa si tenía la universidad y a Evan cerca.Ahora estaba instalada en un pequeño piso al lado del campus en mi último año.
A veces escuchaba sobre Evan, por su hermana, y porque inevitablemente mis amigos se habían convertido en los suyos. Ambos habíamos llegado al acuerdo de intentar una amistad algún día. Pero necesitábamos un tiempo para que todo..., no se complicara.
A Evan le costó dejarnos ir. Pero eventualmente lo hizo. Cuando comprendió que mi decisión no había sido por falta de amor. Sino que ninguno éramos realmente culpables.
Nunca podría entender como dos personas que se quieren pueden terminar una relación. Pero mi razón, es que me había perdido a mi misma tratando de complacer a mi pareja. Me había olvidado, que la regla fundamental para poder seguir en una relación; era estar bien con nosotros mismos, para poder estar bien con los demás.
Evan era mi mundo. Pero por muy romántico que esa idea fuera en los libros y en las películas. Por mucho que me hiciera feliz, tenía que aprender que una persona no puede ser tu todo. Tú lo eres. Ellos solamente son tus acompañantes, y te ayudan y observan en tu camino, por todo el tiempo que decidan estar a tu lado.
Shane
Entré en la casa, dejando las llaves en el perchero y mi abrigo.Era tarde, y Nadia estaba en la cocina. Las luces estaban apagadas, no solamente aquí sino en la casa de Jules. Porque desde que se había mudado esa casa casi parecía vacía sin ella.
Algunas veces me quedaba observándola pensativo en estos meses. Unas cuantas veces vi al poeta oscuro pasear por el vecindario, con la misma expresión que yo, o al menos eso pensaba. Nostalgia.
Seguía hablando con Jules. La había visitado también, prácticamente la veía todos los días. Pero no era suficiente comparado con tenerla a unos pasos lejos.
Me llenaba de orgullo verla ahora..., irradiaba una fuerza y paz que no le había visto desde hace mucho tiempo. Creo, sinceramente, que jamás la había visto tan decidida.
Cuando entré inmediatamente noté algo extraño. Nadia estaba de espaldas y llevaba una copa de vino en su mano.
Miré a la mesa, y lo vi.
Una cena que parecía fría, unas velas y unas rosas rojas.
Fruncí el ceño y maldije.
Me acerqué para tocar su hombro, cuando de repente sucedió algo que jamas había pasado entre nosotros.
Nadia me alejó, y me miró con sus ojos azules rojos. La escena me dejó mudo por unos segundos, parpadeando.
—Nadia, mierda. El coach no nos dejó libres hasta ahora, está obsesionado con este jodido partido... —busqué su rostro, acercándome y tocando su mejilla— ¿Qué te parece si te recompenso preparándote algo mañana? —le dije dulcemente.
Traté de sonreír pero estaba cansado.
Llevaba un peso sobre mis hombros que se me hacía cada vez más difícil de sostener. Pero lo haría. Porque no sabía como no hacerlo.
—¿Te he perdido, Shane?
Parpadeé.
No dije nada. Porque no comprendía su pregunta y lo que significaba.
Tal vez entendí todo demasiado bien y me daba miedo mi respuesta.
—¿Te he perdido? —volvió a preguntar.
No podía contestar.
Gran parte de mi quería decir que no, que mi corazón estaba con Nadia y que lo demás era mi pasado. Pero las palabras sonaban tan amargas en mi boca que me negaba a saborearlas.
Miré sus ojos azules, y la decisión y el dolor de ella.
La tomé de la mano, y fruncí mi ceño.
—Nadia, tú sabes que no haría nada por arruinar lo nuestro. —de nuevo sonreí, con ese mismo cansancio. Lamiendo mis labios, traté de hallar la verdad. Porque mis sentimientos eran egoístas y confusos, pero si algo estaba claro, es que no quería ser egoísta con ella. Porque la quería. Porque prefería ser infeliz toda mi vida, que herirle un solo pelo.— Puedo verme en un futuro..., —señalé a la nada en particular mientras hablaba.— casándome contigo y teniendo hijos contigo. Puedo vernos siendo felices y construyendo algo..., muy hermoso. Nuestro propio partido de fútbol personal. Tal vez aquí, en otro lugar, no importa demasiado.
—Me quieres, pero no me amas.
La miro y me rompe el corazón verla de la manera en que la veo.
—No me has respondido, Shane. —presiona. —¿Te he perdido?
—No sé si perderme sea la palabra correcta. —respondo tratando de ser lo más sincero posible. —Porque me tendrás siempre. Pero ahora veo que no puedo hacerte esto.
—¿Hacerme qué?
Después de tanto tiempo, tuve una respuesta a una pregunta que llevaba haciéndome por un largo tiempo.
—No puedes quedarte conmigo cuando mi corazón comparte un lugar con alguien más. —mi voz tembló un poco. Me acerqué, y vi que temblaba. —Jamás pensé en hacerte daño, Nadia. Por favor, confía en eso.
Creo que yo también me rompí un poco.
Porque apenas me di cuenta de esta verdad.
Amaba a Jules y era un hombre que había tratado de seguir adelante. Pero seguía enamorado de ella.
Noto a Nadia respirar hondo y con su mano en mi pecho, la escucho respirar. Nos abrazamos por lo que parece una eternidad, y parece que casi la escucho pensar en ese silencio.
Los momentos finales son así. No parecen ser los últimos hasta que no los tienes más, y hay una clase de dulzura y duelo que los acompaña.
—Eres un buen hombre, Shane. Solamente necesitaba que me dijeras la verdad para poder seguir adelante. —miró hacia arriba y con decisión, y dulzura me susurró, probablemente viendo algo oscuro en mi expresión.— Vas a ser feliz.
Yo no estaba tan seguro de ello.
No estaba tan seguro de ser ese hombre.
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My Wattpad Love "Growing Up" (Finales Alternativos)
FanfictionAquí verás desde mi punto de vista finales alternativos para la secuela de "My Wattpad Love" de su talentosa escritora Ariana Godoy. Puntos de vista de Shane, Jules... [Esta publicación no tiene ninguna intención en copiar, ni plagiar, el trabajo...