La Marca De Un Guerrero

Capítulo 4

Capitulo: 4

-Tienes razón Jubber, es hora de que sepas toda la verdad- dice Tobías que con melancolía observa a Jubber y se da cuenta de que ya no es aquel pequeño al que cuido como si fuera su hijo, a crecido, ahora es todo un hombre. –Veras Jubber, hace veinte años, exactamente el día en que naciste, una criatura se presentó en el antiguo pueblo de Herer destruyendo todo a su alrededor. Era la primera vez que veía a tal monstruo, aunque siempre estuvo presente en nuestra mitología, tu bisabuelo Niggel lo nombro Black, pero en esencia era La Muerte en persona, aquella encargada de absorber la vitalidad, esencia, alma o como quieras llamarla. Básicamente se alimenta con la vida que Zurem nos otorgó-

Jubber solo observa y asimila en silencio cada palabra que Tobías dice. –Los detalles como tal, los desconozco, ya que los registros de tu familia están desaparecidos y según recuerdo, todo lo relacionado con ese suceso fue plasmado en texto por tu propio bisabuelo Niggel y no tengo dicha información, mucho menos sé dónde conseguirla. Sin embargo, estuve presente al instante en que Black llegó al pueblo destruyendo todo a su alrededor. Tu padre valientemente se enfrentó a él, pero no consiguió derrotarlo, su fuerza era tal que solo consiguió detenerlo temporalmente- agrega.

-¡¿De qué rayos hablas Tobías?! Esa golpiza definitivamente a dañado tu cabeza por completo. No puedo creer absolutamente nada de lo que dices. Y de ser cierto, ¿Por qué no enterarnos antes de dicho adversario?- interrumpe Snake con sarcasmo. –Supongamos que todo lo que has contado tiene algo de credibilidad, ¿Eso que tiene que ver con el pergamino que vendió el consejo?- pregunta Sargos, cuando con una seriedad absoluta en su rostro Jubber contesta: -¡Todos cállense y déjenlo hablar!- todos se observan y detienen la lluvia de preguntas hacia Tobías que prosigue en contar.

-Por lo que pude entender, Black quería eliminar el linaje de tu bisabuelo Niggel, quién en su momento, se encargó de detenerlo para salvar a todas las criaturas vivas. Eliminar el linaje de tu bisabuelo incluía a tu padre, y por supuesto a ti, Jubber. Sin embargo, tu padre en un último intento logró sacrificar su "vida" por así decirlo, para sellar a Black en lo que luego de una investigación descubrí que era otra dimensión. Esa investigación fue tan compleja que no solo descubrí a donde había enviado a Black, si no también, que la espada que usó tu padre es la cerradura que la mantiene en su sitio. Si por alguna razón aquella espada es retirada de su lugar, aquella entidad volvería a estar libre en nuestro mundo, y si eso sucede, no habrá nadie que pueda contenerlo. Ni siquiera Teudoor podría hacerlo -

-Entonces esa fue la razón por la que ocultaron la dirección del pueblo y toda la información con respecto a Black, para que nadie pudiera indagar, tomar la espada y, así, abrir el portal de nuevo dejando escapar a Black, ¿No es así?- dice Jubber con perspicacia. –Así es- responde Tobías, -En una reunión, luego de crearse el consejo, decidimos ocultar el pueblo ya que al regarse la voz de que esa espada logró encerrar a Black, un sin fin de criaturas intentaron apoderarse de ella con el fin de tener ese poder. Aunque no pudieron sacarla, ni empuñarla, aún así, seguían apareciendo por montones, esa es la verdadera razón por la que nació la legión de guerreros, para deshacernos de aquellas criaturas que intentaban poseer el poder de aquella espada. Con el tiempo ocultamos el pueblo, las criaturas del bosque poco a poco dejaron de aparecer casi por completo, hasta que una tarde los escuché a ti y a Sargos hablar al respecto. Aunque algo relacionado a eso me tiene intrigado, pero ya te conozco y sé que siempre piensas antes de actuar-

-Eso quiere decir que decidiste averiguar quién era ese hombre por tu propia voluntad. Te habrás dado cuenta que fue un error acudir solo- dice Stonk que aun observa por la ventana de la cabaña. –Sí, ya sé que fue una decisión estúpida. Sin embargo, logré percatarme de que aquel hombre trabaja para Black, podría decirse que es su mano derecha- responde Tobías que muestra claramente signos de dolor. Al mismo tiempo, algo impulsa precipitadamente a sargos, y no pasa desapercibido para Matt y Jubber que nuevamente cruzan miradas.