capítulo 5

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Capitulo: 5

Lentamente cae la noche tras ocultarse por completo el sol y los constantes pasos de un hombre rompen la tranquilidad en la que se encontraba sumergida el bosque. Las pocas criaturas que aún viven escondidas en el follaje huyen para no ser detectadas al percatarse de la presencia de aquel sujeto cuya esencia despide maldad pura. Al poco tiempo detiene su caminar justo frente a una enorme montaña, la cual en el centro, posee una cueva oscura un tanto particular.

Un estrecho camino conduce directamente a ella y aquel sujeto lo transita sin apuro alguno hasta llegar a la entrada donde un sutil brillo de color verde se refleja desde el interior e ilumina parcialmente las paredes. Se detiene por un momento y toma un poco de aire contemplando la vista del bosque a su lado. Al hacerlo, una tenebrosa voz, que sin duda alguna proviene de Black, le dice: -¡Llegas tarde, Dereck! Sabes bien que no me gusta esperar-. Al escuchar esas palabras, Derek, el hombre que recorrió todo el camino hasta llegar a la entrada, ingresa a la cueva y responde: -Lo lamento mucho mi señor. Tuve un pequeño asunto que resolver antes de venir hasta acá-

-¿Qué cosa puede ser más importante que salir de esta maldita prisión?- pregunta Black a medida en que Derek se introduce más y más a la cueva hasta llegar a un muro que asemeja el cristal y brilla sutilmente de aquel color verde que cubría por completo su alrededor. -Se trata de su hijo señor. Fue descubierto y asesinado por uno de los hombres del heredero de Niggel. Lastimosamente fue muy tarde para brindarle mi ayuda, aunque debo admitir que fue muy ingenuo al confiarse demasiado-

-¡Ese inútil de Sargos! Ni siquiera pudo completar una simple misión, de seguro se le contagió la incompetencia de Isaí. Sin embargo, para ser solo huesos y arcilla, logró convencer a nuestro hombre de ir directamente al antiguo pueblo de Herer, puedo sentir como se acerca de a poco- responde Black con regocijo. –Debo admitir que fue una buena idea de tu parte el no acabar con su protector. Seguramente quiere vengarse de ti, y fue eso lo que logró encaminarlo hacia mí. De haber acabado con ese Tobías simplemente no habría mordido el anzuelo y se habría complicado un poco nuestros planes-

-En parte lo fue. Pero señor, él viene acompañado por dos sujetos que podrían ser un problema para nosotros, sobre todo uno al que llaman Snake. Al verlo por un instante tuve el presentimiento de sentir una gran aura en él. Y por lo que pude observar dentro de poco se les unirá el sujeto que acabó con Sargos. Se sorprenderá señor, pero ese sujeto es el némesis de Zorem- dice Derek mientras que Black ríe a carcajadas y responde: -No me importa lo que sea... Sabes lo que debes hacer. ¡Pronto seré libre!- y asintiendo con la cabeza, Derek se retira de la cueva con una siniestra sonrisa y una idea en mente para deshacerse de Stonk, Snake y Matt.

Por otro lado, descansando en un claro dentro del bosque frente a una radiante fogata, Snake, Stonk y Jubber se disponen a comer un cerdo que cazaron poco antes de caer la noche. -¡No es por nada amigos, pero el cerdo está delicioso! Por suerte Matt no está aquí para comerlo todo y por eso podemos darnos un gran banquete con él. Solo miren como disfruto cada bocado...- dice Stonk animado, saboreando cada trozo de carne que lleva a su boca.

-Oye Jubber, ¿Crees que Matt haya logrado desenmascarar a Sargos?- pregunta Snake que se encuentra un tanto inquieto arrojando pequeños trozos de madera a la fogata. –Claro que sí. De hecho, no me sorprende que llegue en cualquier momento- responde Jubber que también se deleita con la carne del cerdo, -Estoy casi seguro de que llegará en su forma de lobo y hará gritar a Stonk, que seguramente se hará encima- recalca Jubber entre bocado y sonrisas al ver a Matt acercarse con cautela sin que Stonk lo note.

-La verdad yo no estaría tan seguro, de llegar en ese estado podríamos oler su pestilencia desde muy lejos. No sé ustedes, pero podría detectar ese olor a distancia. No estaría mal decirle que tome un baño de vez en cuando- responde Stonk y se ríe de forma descuidada, dándole la oportunidad a Matt de acercarse y colocar su hocico cerca de su oreja, y con voz gruesa y tenebrosa le dice sin vacilar: -¡Morirás gusano!- haciendo que se levante del suelo como un rayo mientras que Jubber y Snake ríen a carcajadas.

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