La Marca De Un Guerrero

capítulo 16

Capitulo: 16

Más tarde ésa noche, Jubber al fin llega al castillo de Villiam con el huevo color rojo que encontró dentro de la cueva de cristal en la aldea de los Yetis. Al transitar por el pasillo, Hizan lo observa pasar y rápidamente camina hacia él tras ver impactado el objeto que lleva en sus manos, -¡Jubber!- le dice, -¿Dónde encontraste ése huevo?- pregunta Hizan un tanto asombrado mientras no deja de observarlo.

-Recorría los alrededores tal y como me aconsejaste, luego entré a un pequeño portal tras un follaje y me topé con una cueva de hielo. Allí se encontraba éste pequeño amigo- responde Jubber de lo más tranquilo, sin saber que en sus manos portaba un objeto de gran valor. Escuchando las palabras de Jubber, Hizan reacciona nuevamente con impresión y le dice: -No sabes lo que es ésa cosa, ¿Verdad?. Ven conmigo, estoy seguro que luego de explicarte entenderás lo importante que es- y caminan por el pasillo que ya es familiar para Jubber, van directo hacia Villiam.

Caminando tras Hizan, Jubber no deja de observar el pequeño huevo rojo que posa en sus manos y se pregunta así mismo: -¿Qué misterio se ha presentado a tu alrededor, amiguito?- para luego escuchar como la puerta del salón donde por lo general se encuentra Villiam se abre, y tras ella, un espacio vacío que lo deja confundido. -Pensé que Villiam estaría aquí esperándonos- dice Jubber observando los alrededores.

-Lamentablemente él no se encuentra. Pero no te traje a éste lugar para hablar con él, de hecho, lo hice para mostrarte algo importante- dice Hizan mientras que toma uno de los libros que posan en la biblioteca y lo coloca en el escritorio. -Existen muchos misterios que desconoces, Jubber. Eso que llevas en tus manos es un huevo de dragón, pero no es un dragón común y corriente, ese huevo es el legado de Zaratan, el último de su especie. Sé que te preguntas: "¿Por qué es tan importante?" Pues verás amigo, ése dragón colocó un encantamiento a los únicos tres huevos que su hembra pudo dar antes de morir, ése hechizo consta en que aquel que lo toque proporcionará su esencia para que éste lo reconozca como su jinete al eclosionar- dice Hizan al tiempo en que busca en el libro una página en específico.

-¿Jinete de dragón?- pregunta Jubber mientras observa con gran curiosidad aquel huevo rojo. -Exactamente, los jinetes de dragón son aquellas personas que crean un vínculo con uno de ellos y, éstos, les permiten montarlos. Solo se tiene registros de 3 personas que fueron capaces de realizar esa hazaña y fueron llamados caballeros voladores. Pero no es todo, a su vez, le proporcionan un gran poder con su aliento, eso los convierte en guerreros extraordinarios que, según la leyenda, nadie les puede hacer frente. Sin embargo, esa posibilidad de poder es únicamente una leyenda, pero podría ser cierta. La misión de Sara y Stonk, es encontrar la ubicación de esos huevos, pero por lo visto ya tú encontraste uno, y el hecho de que sigas con vida me impresiona- responde Hizan, que aún sigue buscando.

Jubber rápidamente observa su mano y recuerda la coloración que experimentó cuando tocó aquél huevo. -Entonces quieres decir que éste pequeño amigo...- intenta decir Jubber cuando es interrumpido por Hizan que le dice: -En efecto- y consigue la página que buscaba afirmando con un "¡Si!", toma el libro y lo gira en dirección a Jubber, -Quiero que observes esto- agrega y Jubber toma el libro y puede ver la clara imagen de los huevos.

-Cómo puedes ver, los dragones tienen la capacidad de reproducirse de una manera un tanto particular. Solo pueden tener tres crías cada cien años, por eso su peculiar importancia, y esas crías pueden tener la capacidad de dominar los elementos según el cruce que tengan- dice Hizan y de inmediato Jubber observa el color del huevo que lleva en su mano.

-Este huevo es de un peculiar color rojo claro e intenso. ¿Eso qué quiere decir?- pregunta Jubber. -Este huevo que llevas en tus manos presenta las características del fuego y la lava, de hecho el dragón que nacerá de ese huevo tendrá la capacidad de transmitir esa esencia a su jinete. Podría estar equivocado, pero según la historia que los rodea estoy un 90% seguro de que así será- responde Hizan.