capítulo 8

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   Capitulo: 8

Luego de una noche llena de tensión, ansiedad, estrategias y pensamientos encontrados, los cálidos rayos del sol que comienza a aclarar el día, despiertan a Matt con sutileza. Entre bostezo y bostezo se coloca de pie para luego observar a su alrededor, puede ver a todos sus compañeros durmiendo de forma tranquila, pero entre ellos falta alguien, Snake, que aún no vuelve de su caminata nocturna.

Por un instante vienen a su mente divagaciones de lo que podría estar pasando con respecto a él, toma un suspiro y se coloca de pie. -¿Qué está pasando por tu mente. Amigo?- se pregunta así mismo mientras levanta la mirada y observa el cielo azul por entre los árboles que lo cubren. No obstante, cae en cuenta de que ya deberían emprender de nuevo su viaje.

-¡Oigan despierten... Es hora de partir!- exclama Matt sin titubear, todos lo escuchan y poco a poco se colocan de pie. Se puede notar en la cara de todos que fue una noche agotadora. -Valla, creo que tenía mucho sueño después de todo- dice Stonk entre bostezos, -Lo lamento Matt, creo que el cansancio se apoderó de nosotros. Aunque admito que no me gusta despertar tan temprano... Oye, ¿Dónde está Snake?, Anoche no lo vi llegar al campamento- dice Jubber al notar que no se encuentra junto a ellos.

-¡No te preocupes, aquí estoy!... No pienso dejarlos a estas alturas- expresa seriamente Snake al hacer presencia nuevamente en el lugar, -¿Dónde estabas?- pregunta Stonk a medida en que se coloca de pie, pero es silenciado por las palabras de Snake que responde: -Eso no es de tu incumbencia. No tengo que rendirte cuentas a ti ni a nadie-, cosa que hace enojar a Matt que observa con cautela la actitud de su amigo.

-¡Ya dejen de actuar como niños. Los necesito alertas para lo que enfrentaremos, no es hora de discutir entre nosotros mismos!- exclama Jubber poniéndole fin a la disputa entre Snake y Stonk que cruzan sus miradas con un claro gesto de disconformidad. -Dicho esto, es hora de partir. Tenemos un día muy largo por delante- agrega, pero se da cuenta de que Matt observa fijamente a Snake, y eso llama su atención, sin embargo, no dice nada y continúan con su camino.

A medida en que avanzan, van notando como el bosque comienza a cambiar de a poco su aspecto, los árboles dejan de ser tan vivaces, su radiante color verde se convierte en opaco y su deslumbrante cantidad de follaje se convierte en ramas secas y marchitas que se caen a pedazos. Cada paso que dan es una pisada a hojas secas que crujen al quebrarse, junto a todo eso, una espesa niebla comienza a cubrir la superficie del suelo impidiendo la visibilidad del camino y casi de inmediato envuelve el lugar por completo.

Los rayos del sol a duras penas pueden atravesar aquella espesa niebla que cubre por completo el lugar, dándole un aura sombría al entorno. El silencio envuelve el aire y hasta el más mínimo ruido de respiración puede sentirse. Todos avanzan en silencio intentando hacer la menor cantidad de ruido, solo se escuchan las hojas crujir y la inquietud de apoco se va apoderando de todos.

-Jubber, ¿Estás seguro de que vamos por el camino correcto?- pregunta Stonk al verse envuelto en aquella densa niebla que cubre por completo el lugar. -Sí, estoy seguro, de echo casi llegamos- responde Jubber mientras se abre espacio por entre las ramas y arboles caídos. Todo se vuelve más sombrío, cada vez se siente más pesado el ambiente, es diferente a lo que consideran normal, -Jubber...- dice Matt que lo ve de inmediato y este asiente con la cabeza, -Oye Jubber, tengo algo que decirte- alcanza a decir Minem cuando una tenebrosa voz se hace presente en aquel lugar: -¡Bienvenido Jubber. Sabía que sargos lograría convencerte de venir a éste lugar, aunque pensándolo bien, creo que la razón en concreto fue lo que le hice a tu amigo Tobías, ¿No es así?...-

Todos toman una postura de alerta, no saben en dónde está el enemigo, -Muy astuto de tu parte, atraerme a un lugar para liberar a tu jefe de su prisión. Admito que fue interesante la forma en que usaron a Sargos para intentar persuadir al consejo, pero ya vez, todo fue en vano- responde Jubber mientras intenta orientarse para descubrir de donde proviene exactamente aquella voz que le habla a través de la niebla, que, al ser tan espesa, no puede ver a aquel sujeto.

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