[Capítulo 14: Miedo]

19 3 6
                                    

Francia me miró algo confuso por mi pregunta y, al mismo tiempo, inquieto por lo que pudiera pasar después de que conociera más cosas sobre mí. Estaba preparado para escuchar lo que fuera a decirme, después de todo Escocia ya me había puesto más o menos al día. No tuve que esperar mucho hasta que obtuve un pequeño suspiro por su parte seguido de su respuesta.

- Sentémonos en el sofá...

Asentí levemente y seguí sus pasos hasta que regresamos al sofá, sentándonos ambos en el mismo y dejando cierto espacio entre nosotros. Sus ojos se perdieron en alguna parte del suelo mientras que yo era incapaz de apartar la mirada de él, nervioso e impaciente por conocerme mejor.

- Por dónde empiezo... Hm...

Me miró un segundo de soslayo como si tuviera que comprobar que seguía allí y, al ver que no dejaba de observarlo, volvió su vista al suelo y se aclaró un poco la garganta antes de proseguir.

- Es cierto que no a todos les caes muy bien... Pero es algo mutuo, así que supongo que no importa demasiado. Es parecido a lo que nos ha pasado a nosotros.
- ¿Y no tienen intención de arreglar nada?

Mi amigo me contestó con el silencio y aquello fue más que suficiente para entender que no querían saber nada más de mí. ¿Qué sería exactamente lo que pasó para que acabáramos así de mal? No pude evitar suspirar con pesadez y me eché un poco hacia atrás para dejar descansar mi espalda en el respaldo del sofá, pensando en mil maneras de disculparme con personas que ni lograba recordar.

- Entiendo... ¿Y los demás?
- Con algunos no tienes mucha relación, directamente. No es ni buena ni mala.

Permanecí en silencio escuchando sus palabras, esta vez con la vista puesta en el techo blanco e impoluto. Empezaba a pensar que tal vez lo que hice no fue solo por lo que ocurrió con mi pareja. De repente sentí su mano sobre mi pierna y bajé la vista de nuevo hacia él, esta vez pudiendo conectar mis ojos con los suyos y viendo cómo sus labios formaban una leve sonrisa.

- Pero te llevas bien con muchos otros... Como por ejemplo Japón o Portugal.
- ¿Y esos son...?

Apartó su mano y sacó el teléfono para buscar algo en él con cierto entusiasmo. Tuve que esperar unos segundos hasta que encontró lo que quería enseñarme: una fotografía en la que salía con Kiku hablando de algún tema que desconocía. Estábamos sentados frente a una larga mesa llena de papeles y parecía haber más gente allí.

- Este es Japón. Os hice la foto en una de nuestras reuniones mundiales. Estábais tan metidos en lo vuestro que ni os distéis cuenta de que os hice la foto.

Francia me mostró de nuevo esa pequeña sonrisa que no abandonaba su rostro y apartó el móvil antes de que pudiera contemplar la imagen por más tiempo. No dije nada ya que parecía estar buscando otra más, esta vez de ese supuesto Portugal, y no tardó en dar con ella. Ahora me hallaba en un bar, más específicamente en la barra, tomándome una cerveza con mi otro amigo. Era la primera vez que me veía sonreír de esa manera, tan feliz. Probablemente se debía a todo el alcohol que llevaba dentro.

- Y este es Portugal. A diferencia de España o de mí, con él no has tenido un pasado muy... Difícil. Después de todo, solo tienes que saber un poco de historia para comprender que algunos países nunca se han llevado bien con Inglaterra. Así que... Es normal que nos odiemos entre nosotros.
- Ya veo... ¿Tú odias a alguien?

Ante mi pregunta su sonrisa desapareció y volvió a apartar la mirada, haciendo algo de tiempo para pensar mientras se guardaba el teléfono de nuevo en su bolsillo. Eso era un sí.

- Más o menos... He tenido problemas con algunos, como es normal. El resentimiento tarda en desaparecer aunque pasen siglos y siglos...
- ¿Qué te hice yo?

Lies and LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora