[Capítulo 9: Sueño]

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Apreté levemente los puños al estar a punto de oír por fin algo de verdad de entre tantas excusas que había estado escuchando estos días. Francis, al ver que no ponía ninguna objeción a su comentario, dejó salir un largo suspiro a modo de relajación mientras cerraba los ojos unos segundos. Después de aquello volvió a mirarme decidido y comenzó con la explicación.

- Tu pareja... Tanto tu hermano como yo la conocemos desde hace tiempo, y tú también. Confiábamos en ella, no era mala persona ni mucho menos, pero hace poco nos traicionó a todos, sobre todo a ti. Yo aún no logro entender por qué lo hizo, no es algo que haría así como así... Cuando le pedimos explicaciones simplemente evadía el tema cada vez que le preguntábamos a pesar de ver lo sorprendidos y enfadados que estábamos. Por eso Scott no quiere que pienses siquiera en eso, porque ahora mismo lo odia con todas sus fuerzas.

Me quedé algo sorprendido al escuchar el relato. Me esperaba unos cuernos o algo parecido, pero... Esto tenía pinta de ser mucho más serio. ¿De qué traición estaría hablando? Seguramente no podría indagar más pero todo lo que me había contado era más de lo que me esperaba. Aun así, de entre todo lo que me dijo, hubo una cosa que me llamó la atención.

- ¿Has dicho que lo odia? ¿Es un hombre?

Los ojos azules de mi amigo se abrieron más al escuchar mi pregunta, como si se hubiera dado cuenta del fallo que había cometido. Aunque yo no lo veía un fallo. Eso sí, tampoco me lo esperaba.

- P-pues... S-sí, lo es.
- ¿Soy gay?
- B-bisexual más bien. Aunque te van más los hombres... Creo.

Aparté un momento la mirada asimilando toda la información mientras le daba otro sorbo a mi vaso de vino, dejando que Francis se comiera la cabeza intentando descifrar lo que estaría pensando.

- Supongo que no podré preguntar más sobre el tema. De todos modos, gracias por contarme algo de verdad.

Volví a mirarle a la vez que dejaba de nuevo el vaso sobre la mesa para dedicarle una sonrisa llena de agradecimiento por su sinceridad. Pero, a pesar de ello, su rostro no me mostró otra cosa que culpabilidad. Intentó corresponder mi sonrisa pero no pudo hacerlo muy bien.

- N-no me las des... Quisiera contártelo todo de una vez pero todavía es pronto. Tendrás-
- Que esperar un poco más. Ya me conozco esa frase.

Reí levemente al sentir que todos mis recuerdos tardarían en volver a mí, que no conseguiría saber nada de mi vida en un tiempo, y aparté los ojos a la botella de vino. Sin embargo, aunque supiera aquello, no estaba triste.

- Tranquilo, al menos me alegro de tener amigos tan buenos como tú y Kiku. Si hubiera estado solo supongo que-

Sin esperármelo, y a punto de tirarme de la silla, Francis me abrazó con fuerzas sobresaltándome un poco. Me quedé unos segundos inmóvil sin saber qué hacer hasta que decidí levantarme para corresponderle el abrazo en condiciones. No dijo nada, simplemente se limitó a rodear mi cintura con sus brazos, transmitiéndome todo lo que sentía en aquel momento mientras apoyaba la frente sobre mi hombro izquierdo. Al parecer no era el único que sufría en silencio. Acaricié su espalda y nuca con suavidad para hacerle entender que todo estaba bien y dejó salir un leve suspiro antes de volver a hablar.

- Si recordaras quién soy... Seguramente no me habrías dejado abrazarte.
- Hm... ¿Tú crees? ¿Alguna vez lo intentaste?

Francis rio brevemente y decidió separarse al fin, mas no apartó sus manos de mi cintura para poder mirarme a los ojos de cerca con una leve sonrisa.

- Te conozco muy bien y sé que no lo habrías aceptado tan fácilmente, ya sea porque nos llevamos mal o porque eres muy tímido con estas cosas~
- Oh, ya veo... Entonces aprovecha ahora.

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