[Capítulo 21: Noche Sin Descanso]

10 5 4
                                    

Los segundos pasaban y el beso parecía no tener fin. Ninguno de los dos queríamos parar aquel frenesí de deseo junto al fragante aroma de las rosas. Era tan agradable que hasta me molestó que detuviera el avance de mis manos por su espalda.

- Espera un momento...
- ¿Qué ocurre?

Su voz jadeante no hizo más que aumentar mis ganas de callarlo con otro beso intenso y profundo. No obstante, sus palabras hicieron que aquella pausa mereciera la pena.

- Creo que ya va siendo hora de echar a esos 3 para que nosotros podamos entrar y seguir con esto.

De repente sentí un escalofrío por todo mi cuerpo al imaginarme lo que podría pasar en unos minutos. Su acento, aún más marcado por la excitación, me convenció enseguida y asentí a su propuesta con una leve sonrisa. Regresamos al interior de mi hogar y, para sorpresa de ambos, el salón ya se encontraba vacío mas no recogido. Me acerqué a la mesa al percatarme de algo y recogí una pequeña nota que había allí colocada.

- ¿Ya se han ido? Genial.

Antes de que pudiera leerla, Portugal se aproximó a mí para abrazarme por la espalda con delicadeza y comenzó a depositar leves besos sobre mi nuca, haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera en un segundo. Quería leer lo que ponía aquel trozo de papel pero sus acciones no me lo ponían fácil y tuve que dejar el papel de nuevo sobre la mesa.

- Vamos al cuarto...

Reprimí mis ganas de abalanzarme sobre él para simplemente girarme y darle un corto beso. Acto seguido le dediqué una pequeña sonrisa y llevé mis manos al borde de su pantalón para atraerlo y pegarlo a mí, esperando ver la reacción que tendría ante mi provocación.

- Ve subiendo tú, ahora te alcanzo.

No tuvo que decirme nada para entender que quería tomarme de una vez. Se quedó un par de segundos comiéndome con aquellos ojos esmeralda hasta que pudo reaccionar y se separó de mí a regañadientes.

- No tardes.

Desapareció por la puerta del salón para dirigirse hacia mi habitación y por fin pude leer lo que ponía en la nota. Volví a cogerla y descubrí que era de Francia.

- "Me llevé a los otros dos para dejaros intimidad y no fue tarea fácil. Me debes una. Ah, y recordad usar condón~"

Mis labios formaron una leve sonrisa al leerla y la dejé donde estaba para dirigirme hacia la nevera. Necesitaba algo de lo que habíamos comprado esta mañana y lo busqué con rapidez para poder regresar con Portugal cuanto antes. Subí las escaleras de dos en dos y, una vez que entré en mi cuarto, las vistas me paralizaron por un instante. Estaba de espaldas a mí terminando de desnudarse, colocando la ropa sobre la cama como si no fuera a acabar en el suelo en breve. Además, toda la habitación estaba ya desordenada de por sí debido a la búsqueda anterior de mi conjunto. Pude admirar todos los músculos que conformaban su parte trasera durante unos escasos segundos mas no me importó demasiado ya que tendría toda la noche para hacerlo. Cuando se giró hacía mí, me mostró una sonrisa pícara y se acercó para tentarme con sus labios.

- Veo que has traído algo para acompañar al plato principal.
- Por supuesto.

Le devolví la sonrisa y dejé el bote de nata momentáneamente sobre la mesilla de noche para poder rodear el cuello de Portugal, observando de reojo su cuerpo desnudo y queriendo ver más allá de sus calzoncillos. Sus manos fueron a mi cintura inmediatamente después, aprisionándome contra él, y pude sentir mucho mejor lo que se escondía ahí abajo.

- ¿Me has dejado eso para mí?
- No quería estropearte la sorpresa.

Ninguno de los dos aguantó más las provocaciones y volvimos a enredar nuestras lenguas al ritmo de nuestros corazones agitados. Me deshice de las botas lo más rápido que pude y Portugal no tardó en trasladar sus manos hacia mi pantalón para desabrochármelo, dejándolo caer a mis pies para que yo mismo terminara de quitármelos. Mi chaqueta y camiseta acabaron en el suelo también poco después, quedando igual de expuesto que mi acompañante. Si no fuera por el alcohol, ahora mismo estaría intentando evitar que viera todas las cicatrices de mi cuerpo, aunque él también tenía una cantidad considerable. Aquello me alivió de cierta manera.

Lies and LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora