Capitulo 14: Rojo y Amarillo

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Narrador

"Igawa Emi era multitalentosa, incluso de niña. En deportes nunca perdía contra niños de su edad. Sus avances sorprendían a los maestros. Un amor innato por la victoria y una sensibilidad para todo. Llenaban su vida de colores. Esos factores permitieron que en su futuro se abrieran varias puertas." Piensa Ochiai. "Cierto domingo. Emi. Con los ojos hinchados por el llanto. Arrastró a sus padres al parque. Bajo el cielo carmesí. Frente a sus controladores padres. Gritó su declaración."
-EMI. ¡¡¡SE CONVERTIRÁ EN PIANISTA EN EL FUTURO!!!
"Eso fue cuando Igawa Emi tenía sólo cinco años." Pensó Ochiai, mientras veía como Emi tocaba el piano. "Estudio de Chopin Op. 25 No. 11"
Todo el público se quedó inmóvil ante la música que tocaba Igawa Emi.
Ella en algunos momentos levantaba la cabeza y cerraba los ojos, y después volvía a mirar el piano.
"Las notas se están tiñendo de varios colores." Pensó Kousei que, al igual que Takeshi, no podía despegar los ojos de la pantalla.
"Aunque ya sabía que sus habilidades al piano no son de dudar." Piensa Takayanagi. "Pero ¿cómo pueden alcanzar ese nivel? Entonces. ¿Qué han sido antes de hoy?"
"¡¡VAMOS!! ¡¡¡ADELANTE, EMI!!!" Piensa Ochiai después de haber estrujado un pedazo de papel. "Deja que se quiebre. Saca tus emociones. Desenreda todo con cuidado."
"Vuelve. Vuelve." Pensó Emi cerrando los ojos mientras seguía tocando el piano.

-Una vez, cuando tenía cinco años, fui a animar a un amigo. Era tan aburrido, que casi me quedé dormida. -dijo Emi sentándose frente a una mesa con su instructora, una escena antes de que fuera al concurso- Entonces ese niño...subió al escenario. Sólo hasta después me enteré de que ese era su primera vez tocando en público. Estaba tan asustado que sus dientes castañeaban. Cuando hizo una reverencia, su trasero hizo caer la silla. Era preocupante sólo verlo. Ah.
-¿Huh? -dijo su instructora, Ochiai sonriendo.
"Ese momento de absoluto silencio. Antes de que sus dedos tocaran las teclas. Me hizo dudar y sentir frustración, en ese momento crítico." Pensó Emi devolviendo la sonrisa. "Cuando sus dedos...tocaron las teclas, en ese momento, decidí mi futuro."

Emi seguía tocando el piano sin despegar los ojos de las teclas de piano.
"Incluso para el Estudio el Op. 25 No. 11 se considera difícil. Y aun así lo toca con tanta facilidad, con tal explosión de emociones." Piensa Takayanagi mirando de reojo a Ochiai. "¡¿Pero que clases de lecciones recibió?! ¡¡¡ESTA BRUJA!!!"
Pero hubo algo que llamo la atención de Takayanagi y de un juez sobre como tocaba Emi el piano.
"Esos pequeños errores, sólo hay que dejarlos pasar." Pensó el juez escribiendo en la hoja donde se encontraba la calificación de Igawa Emi. "Al contrario, estos pequeños errores hacen a la gente le guste Igawa Emi, se destaca del resto. El salón completo ha sido cautivado...por esta niña de catorce años. ¿Realmente es una estudiante de secundaria?"

Kousei's POV

Rojo. Amarillo. Amarillo.
¿Estas son sus emociones?
Rojo y amarillo, ira y...
-Esa niña, es tan fría hacia otras personas y les dice cosas groseras constantemente. -dice Aiza interrumpiendo mis pensamientos, él me mira y me sonríe- Pero está muy preocupada por tu condición, Arima.
-¿La mía? -dije mirándolo.
-Ajá. Se puede decir que ya alcanzó un nivel extremadamente apasionado. -dice con una expresión de pervertido y luego aparta la mirada- Ella siempre me dice, "Takeshi, tú no conoces al 'verdadero' Arima."
-¿El verdadero...yo?
-Emi dice, "El 'verdadero! Arima Kousei sólo existió durante su primera presentación." -dijo volviendo a mirarme sin borrar su sonrisa.

Narrador

-¡¡¡LO HICE!!! -dice el pequeño Kousei tapándose la boca y un poco sonrojado.
Pero Emi, cuando tenía 5 años y se encontraba en el público, comenzó a llorar.

-Gritaste tan fuerte. -dijo Ochiai riéndose, volviendo a la escena de ella y Emi en la mesa comiendo.
-Fue vergonzoso. -dijo Emi sonrojada.
-El pequeño Arima debió sentirse tan incómodo.
-Aja. Agachó su cabeza y se fue. -ella sonrió y luego bajo la mirada- Mi corazón saltaba del pecho, las lágrimas inundaban mis ojos, es como si todas mis emociones explotaran de pronto. Únicamente por el entusiasmo, como si hiciera brotar toda la felicidad del interior de la melodía. Era lo opuesto a lo que es ahora.
"Aquel domingo. Abandoné mi futuro tan lleno de posibilidades." Pensó Emi. "De pie en aquel juego de escalar. Decidí mi futuro. Quiero ser pianista."

"Igual que Takeshi y otros niños de su edad, yo también. Pero Arima Kousei cambió." Pensó Emi saliendo de sus recuerdos y volviendo a su actuación en el concurso.
"Arima Satsuki, la madre de Arima Kousei, debió haber estado soñando." Piensa Ochiai. "Entiendo. Con el fin de probar sus propias habilidades, obligó a su propio hijo a llevar su legado. Su hijo fue capaz de ejecutar la hermosa presentación de sus sueños, un sueño que ella fue incapaz de alcanzar. Con el fin de dejar un verdadero logro. Para ganar concursos. Para ser capaz de tocar de nuevo. Su existencia robótica fue limitada por las instrucciones de las partituras. Entiendo. Verse obligada a convertirse en maestra debió ser muy difícil." Ella mira a Emi que seguía tocando el piano. "Pero. Tú eres diferente, ¿cierto? Eres una niña fuerte."
Mientras Emi tocaba el piano, ella recuerla lo que le dijo Kousei antes de entrar al escenario.
"¿Tú también?"
Ella se queda pensando en aquella pregunta por unos momentos, pero sin dejar de tocar, hasta que ella piensa nuevamente.
"Entonces deja que sea yo quien te desmienta. Aún si pierdo, si soy derrotada dolorosamente, sin importar cuantas veces sea negada por ti. El Arima Kousei que sólo toca para presentaciones, no es al que quiero escuchar. Usaré mi melodía para probar que te equivocas. La música que quiero escuchar es la que hace a tu corazón palpitar con fuerza. Justo así. La única razón por la que estoy aquí...eres tú. En menos de cuatro minutos...la ejecución que duró apenas cuatro minutos...me hizo convertirme en pianista. Regresa. Regresa. Regresa. Aquel al que anhelo...Arima Kousei. Canta. Canta. Mi piano. Canta. Canta."
"Con que es así...Rojo y amarillo." Pensó Kaori sin despegar los ojos de aquella chica del escenario. "Su enojo y soledad."

"Emi, tú y Chopin se sientan muy bien. La pasión surge de la soledad, haciendo eco ferozmente." Pensó Ochiai mientras se limpiaba las lágrimas con un papel. "Chopin. Estudio. Op. 25 No. 11. Viento de invierno."

-Ciertamente. Tú también pones todo tu corazón y sentimientos en la melodía. -dice Kaori en un tono serio.
Todo se volvió silencio cuando Emi terminó su acto con la mano en alto junto con una sonrisa. Todo el público quedo en silencio. Emi suspiró y después de eso, fue cuando se rompió el silencio, todas las personas del público se levantaron y comenzaron a aplaudir y a gritar.
-¡BRAVO!
-HAZ ALCANZADO EL NIVEL DE CHOPIN.
-¡¡¡QUÉ LINDA!!! -gritó Watari con los brazos en alto.
-¡¡¡WATARI RYOTA, ERES TAN INFANTIL!!! -gritó Tsubaki a un lado de él.
Emi se levantó y alzó un brazo y sonrió ante todo el público, luego hizo reverencia y mientras lo hacía pensó una última palabra en el escenario.
"Canta."

Tu mentira en AbrilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora