—Hola — √visto: 1:22am
—Hola Sebastián. No pensé que aun seguías en línea — √visto: 1:23am
— Me tarde un poco, lo siento. Tuve que hacer unas cosas antes — √visto: 1:23am
— No hay problema, pero me temo que nos tendremos que despedir pronto. Mañana debo levantarme temprano. ¿Qué hay de ti? — √visto: 1:25am
— Bueno, yo podre dormir un poco mas pero debería levantarme temprano también…solo para aprovechar la mañana. √visto: 1:25am
— Pues… haces bien. — √visto: 1:26am
— Debo irme…pero estaremos en contacto pronto. Cuidate, Sebastián. — √visto: 1:26am
— Ah, y gracias por leerme y acceder a agregarnos. Ten buenas noches. √visto: 1:26am
— No hay problema. Descansa y mañana ten un buen día. Adiós — √visto: 1:27am
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— Ey — dijo a modo de saludo. Rachel solo despego sus ojos de su cuadernos de dibujos un momento antes de volver a su actividad — Estuve llamándote — volvió hablar Anastasia tras no recibir respuesta.
— Lo sé — respondió aun sin poder levantar la vista. El dibujo estaba entretenido. Esa mañana había logrado recuperar su inspiración y a decir verdad, no podía hablar con tal frialdad mirándola a los ojos.
Anastasia pareció buscar con sus ojos al muchacho que solía atender a Rachel pero fallando en el intento. Luego de un tiempo aun ninguna de las dos se atrevía a decir nada. Rachel porque no quería y Anastasia porque sabía que la morena se le escurría por los dedos como agua.
— ¿Cómo ha comenzado tu día? — hablo finalmente Anastasia.
Rachel solo respiró profundo antes de comenzar a elaborar todo en su cabeza.
— Ana… respecto a las llamadas… — la interrumpió
— Todo está bien. No tienes que pedirme disculpas.
— ¿Disculpas? — Preguntó frunciendo su ceño antes de dejar su lápiz sobre su cuaderno — No pensaba pedirte disculpas.
— Bueno, teniendo en cuenta que has rechazado mi llamada y luego apagado el móvil, me da la sensación que has sido poco cortés conmigo. Creo que un lo siento no estaría para nada mal. — dijo quitándose el saco al entrar en calor en la cafetería. — Es lo mínimo que me debes luego de andar como perro detrás de ti.
— ¿Eh? — preguntó Rachel al borde de la risa. Aquello le parecía completamente ridículo — ¿Cómo perro? ¿Detrás de mí? — Repitió sus palabras en forma de pregunta — Aquí nadie te ha pedido que fueras detrás de alguien como un perro.
— Rachel, se que te estás desquitando por todos estos años, pero creo que deberías parar. No estaré todo el tiempo buscándote. — La morena abrió sus ojos sin poder creerlo — Debes superarlo y avanzar, tal y como lo he hecho yo.
— Oh, créeme que te he superado con creces. — Dijo negando con su cabeza a la vez que cerraba su cuaderno.
— Espera… ¿Te marchas? ¿Ya? — observó un poco en alerta los movimientos de Rachel.
— No me apetece seguir aquí y digamos que tú me has sacado las ganas de dibujar. — respondió para luego levantar su mano. Anastasia frunció su ceño pero rápidamente pudo notar como el chico que las atendió la vez anterior, hacia su aparición.