Angustia. Era claro el sentimiento que recorría mi cuerpo entero. Angustia junto a preocupación. Comenzaba a experimentar lo que por semanas mi mente idealizaba como posible situación a enfrentar, cuando comenzaba a preocuparme en exceso por la posibilidad que en un futuro bastante cercano ocurriera algo sobre lo que claramente, no tengo control alguno. Lo peor de todo era que la mentira había llegado a consumirme de maneras insospechadas.
Desde que tengo memoria mi abuelo me ha inculcado la idea de que debo ir con la verdad por delante, pero lo cierto es que decir una pequeña mentirilla nos resulta un escape momentáneo en muchos casos a lo largo de nuestras vidas. ¡Vamos! ¿Quién no ha cruzado los dedos detrás de la espalda cuando prometieron algo?
- Shh - limpie sus lagrimas, haciendo el esfuerzo de tragarme las mías - Por favor, no llores mi amor - susurre - Primero debemos hablar ¿de acuerdo?
- ¿Te irás? - Veo como su labio inferior tiembla - ¿Era eso lo que querías decirme esta mañana? ¿Por eso llorabas, Quinn? - se sorbe la nariz y es cuando comprendo que si algo así pone a Rachel en este estado, ni quiero imaginarme cuando en verdad le cuente toda la verdad.
Aquí es cuando todo se detiene a mí alrededor y solo puedo ver los ojos de Rachel. Sus brillantes y tristes ojos que en unas horas solo me acusaran. Comprendí que no me podía permitir seguir jugando con ella, no cuando su corazón estaba completamente expuesto a ser lastimado. La había cagado. Si, lo sé. Pero realmente estoy afectada por todo esto. La mentira una vez que la utilizas es algo de no detenerse. ¿Cómo demonios iba hacerle entender que me había enamorado de ella de inmediato, a penas la vi en Central Park? ¿Cómo podía hacerle comprender que mi necesidad de acercarme a ella fue más grande y me empujó a cometer la terrible estupidez de hacerme pasar por otra persona? ¿Cómo decirle que la amo si de solo pensarlo ya me aterra lo que voy a sufrir cuando me deje? ¿Cómo hacer que me crea cuando le he mentido desde un principio? ¿Cómo sabrá que esta vez le digo la verdad? ¿Cómo?
Y es todo una verdadera mierda. Cuando conoces a esa persona, a tu alma gemela y la has cagado desde el principio, es una mierda. Solo vives carburando en tu mente que cosas decir o como actuar para no pisarte en tus propias mentiras.
- No me iré, Rach. - juro que no estaba mintiendo. No esta vez.
- Pero tu padre... él...
La interrumpo - Al diablo mi padre. No te dejare.
Me incline hacia delante para unir mis labios a los de ella pero mi hermano rápidamente interrumpió la escena con un carraspeo en su garganta.
- Quinn, creo que deberías de ir a tu habitación y hablar más tranquilas allí ¿no crees?
En ningún momento deje de ver el rostro de Rachel, el cual se recomponía poco a poco. Suspire y me aleje de ella tomando una servilleta para extendérsela.
- ¿Puedes esperarme en mi habitación? Iré de inmediato.
- Claro. - susurró antes de levantarse y ser seguida por Allison escaleras arriba.
- Quinn, no quiero ser pesado con el tema pero...
- Ya lo sé - dije deteniendo sus palabras - Hoy mismo le diré toda la verdad a Rachel.
- Eso queda en tus manos, pero el hecho que le hayas dicho que no te irás a Europa solo hace que tu mentira engorde aun más.
- No he mentido en eso, Sebastián.
- ¿Cómo dices? - frunce su ceño del otro lado de la mesa y se dispone a levantarse una vez que ve como tengo intensiones de marcharme. - No estarás hablando en serio ¿no?