Capitulo Veintiocho

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- Quinn, detente. ¿Qué le has dicho a papá?

Era la pregunta con la que mi hermano venia martillando mi cabeza desde que atravesé las puertas del despacho de mi padre para venir camino a mi habitación. Ya no lo soportaba. No entendía porque ahora mismo había comenzado a comportarse como un idiota. ¿Qué le pasaba? Fue él quien me dio su apoyo a la hora de ir tras Rachel ¿Qué había cambiado?

- Quinn...

- ¡Por Dios santo, Sebastián! - Dije furiosa y cansada llegando al último escalón - ¡Ya déjame en paz de una maldita vez! - me gire en mi lugar para mirarlo.

- ¡Te dejare en paz cuando te quites esa idea absurda de quedarte aquí... por ella! - apunta hacia mi puerta unos metros delante de nosotros.

- ¿Y que si lo hago? ¿En qué jode a tu culo eso?

- A mí para nada, pero el tuyo estará en juego y te arrepentirás.

- ¿Por qué no hablas de una jodida vez? - pregunto acercándome a su rostro con mi mandíbula completamente apretada.

- Anastasia - soltó y comprendió que ese nombre me afectaba completamente. Abrí mis ojos dedicándome a estudiar su rostro. ¿Por qué salía con ese tema y que sabia él sobre el tema Anastasia? - Ya ves...

- ¿Qué demonios tiene que ver esa tipa y porque tú sabes de ella?

- Allison - responde como si el nombre de su novia fuese la llave a mis dudas - Ella vive con Rachel ¿no?

- No - digo segura - Rachel ya no vive en su casa, se ha mudado sola y tú lo sabes.

- Quinn, Allison ha pasado más noches en casa de Rachel que en su propia casa. Despierta de una jodida vez y entiende que Rachel está metida hasta la cabeza por esa tipa.

- ¿Qué mierda dices? - Me alejo de él a la defensiva - Rachel no está enamorada de ella, eso lo sé... me lo ha dicho. Me quiere a mí, Sebastián.

- Quinn... abre los ojos - suspira - Quinn, Quinn... Anastasia ha estado yendo a casa de Rachel todo este tiempo que tú no la has visto. - suelta cruzándose de brazos.

- Pues... - balbuceo asimilando la nueva información y procesándola. Sonrío. Él no me vera dudar - Han... estado trabajando en su amistad. Anastasia entendió que Rachel no quiere más nada con ella, y a cambio aceptó una amistad. Ya deja de hacerte ideas locas... - Él solo me sonríe de vuelta negando con su cabeza - ¿Qué es lo que tanta gracia te hace? - pregunto.

- ¿Qué harás Quinn? ¿Quedarte? ¿Y si ella se le cruzan los cables un día al levantarse y piensa "que le den a Quinn, me acostare con Anastasia"? ¿Dónde quedas tú?

- ¿Por qué me haces esto ahora, Sebastián? - repentinamente siento enormes ganas de llorar.

- ¿Cuándo sino? ¿Cuándo veas que has dejado tus cosas de lado por alguien que apenas conoces? ¿Por qué te haces esto tú? - me señala con su dedo índice y las dudas alborotan mi cabeza.

¿Y que si tiene razón, Quinn?

- No, no me quedare... - digo luego de un silencio - He hablado con papá para alargar mis días aquí unas semanas más. - Me acerco a él - Me iré ¿de acuerdo? Pero por favor, quita esa idea que tienes sobre Rachel. Ella no me haría eso... ella... me quiere. - Susurro - Me quiere y yo la quiero ¿entiendes? Funcionara... lo sé. Tiene que funcionar - le aseguro agarrándome de su remera.

- Quinn - suspira y sé que se viene lo peor. - Deja de encapricharte con ella. Te irás allá, vivirás cosas completamente diferentes a lo que vives aquí. Crecerás y... conocerás gente. Chicas o chicos donde querrás ser curiosa y está bien - me toma por los hombros suavemente - Eres joven e inteligente. El mundo se está abriendo ante ti... no te cierres a él.

AMOR A SEGUNDA VISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora