Capitulo Catorce
Rachel estaba frente al volante, rodeada por sus dos mejores amigos siendo acribillada a preguntas por parte de Santana al enterarse que mantenía contacto vía facebook con un desconocido pero apuesto chico. Santana era incapaz de entender como Rachel había accedido a semejante cosa teniendo en cuenta su forma de pensar y accionar.
- Pero... ¿Entonces te gusta?
- Santana ya basta. - Dijo Rachel cambiando de radio mientras manejaba por las atestadas calles de Nueva York - Lo único que sé es que a él le gusta todo el tema del arte como a mí. Tiene el pelo marrón y los ojos igual a los míos. Solo tiene una foto suya, pero imagino que no es muy alto. Quizás esa foto es vieja y ahora está un poco gordito, tal vez eso justifica el hecho que me escriba cuando debería estar disfrutando de su juventud nocturna. Es un tanto extraño ser amiga de alguien y no saber exactamente como luce. Bueno... ahora que lo pienso - aferro sus manos al volante tras detenerse en un semáforo - yo ni siquiera sé lo que hace para sobrevivir - bacilo dudosa mirando a su amiga asustada - Eso es algo malo ¿cierto? Tal vez es un traficante de órganos y solo quiere los míos. - Comentó con sus ojos idos pensando en la peor de las situaciones.
- Aquí dobla a la derecha - acotó Kurt despegándose de su asiento trasero para señalar frente a los ojos de Rachel.
Rachel coloco primera y avanzó - Le dije si podíamos pasarnos los números telefónicos y no volvió a responderme. ¿Crees que he metido la pata con eso?
- ¡¿Qué sucede contigo y que han hecho con mi amiga?! - preguntó alarmada Santana.
- No seas exagerada - dijo Kurt rodando los ojos - Es un simple numero, y en mi opinión ese chico luce genial.
- ¿Has visto la foto? -Kurt asiente - ¿Por qué siento que aquí estoy quedando fuera de algo? - comenta cruzándose de brazos.
- Oh, vamos. Sabes que iba a contártelo pronto. - Rachel estira su brazo para tomar el de Santana y tranquilizar su fingido enojo. - ¿Creen que las amistades en línea son peligrosas o extrañas?
- Cariño, las amistades en general con extrañas. Digo, mírense ustedes mismas. - Ambas morenas fruncen el ceño - Es decir, sin ofender... pero ¿Quién pensaría que serian amigas? ¿Acaso están dudando sobre todo el tema amoroso on-line?
Rachel sacudió la cabeza, provocando que parte de su flequillo le tape la visión. Empujó rápidamente el pelo devuelta en su lugar - Necesito un corte urgente. - Suspiró - No realmente. Pero soy muy mala en esto de mantener todo en la zona online. Es decir, mi ansiedad es más grande que yo y me empuja a querer llamarlo, conocer su voz o algo así. Asegurarme de que es real ¿entienden?
- Y no un traficante de órganos. - se burló Kurt.
- Quizás solo es un hombre calvo atorado en su sillón frente a su tv por sobrepeso. Días sin probar una ducha, chateando con una indefensa estudiante de arquitectura.
- ¡Santana! - Kurt la golpeó en el hombro al ver la cara de terror en Rachel.
- Él no es un traficante. Y dudo que sea obeso atorado en un sillón. Me ha dicho que encontró mis carbonillas en Central Park, quizás estaba haciendo deporte. - se encogió de hombros pero admitió parte de la realidad - Pero bueno, sí. Es decir, creo que jamás sabré con exactitud quien es, y yo no sé si seré capaz de preguntarle directamente. "Oye me surgió una duda, a mí y a mis amigos conversando en el auto, queremos saber si eres traficante de órganos o solo un obeso que come alitas de pollo frente a la tv mirando pornografía"
- Yo no mencionaría las alitas de pollo. Tampoco quieres hacerlo sentir mal ¿no? - acotó Santana provocando un estallido de risas dentro del coche.
