Un mes. Un ridículo y entero mes sin saber noticia alguna sobre Quinn. Por supuesto que podría entrar en ese salón y hacer de cuenta que extrañaba un poco aquellos aspirantes futuros arquitectos, pero la idea de tener que lidiar con la profesora sobre el hecho de haber abandonado el puesto de ayudante de un dia a otro, no me apetece en lo absoluto.
Como dije. Un mes. Quinn ha pasado de mi olímpicamente sin siquiera saber el porqué. Bueno... quizá ella se cansó de esperar una respuesta de mi parte frente a sus llamadas constantes, y yo mismo entiendo eso, pero el hecho de ceder su lugar como dama de honor en la boda de nuestros amigos, enterándome ayer en la noche por parte de Kurt ponía mis alarmas a sonar. Definitivamente algo se escapaba debajo de mis narices.
¿Dónde me encuentro? Bueno... muy lejos de Quinn.
- ¿Dónde te encuentras?
- ¿Cómo dices? - frunzo mi ceño saliendo de mi nube mental. - Aquí mismo.
- A otro perro con ese hueso - dice Santana pinchando un trozo de carne - Te he hablado sobre mi ruptura con Samuel y tu estas ahí, como si nada. Por lo menos esperaba un poco mas de ti, como meter tus narices en mi culo.
- Eso sonó asqueroso, Santana... - hago una mueca con mi boca tomando la copa de agua para darle un sorbo.
- Pues deja de hacerte la misteriosa conmigo. ¿Es Anastasia?
Niego con mi cabeza - Sabes que pasó con ella y como terminaron las cosas.
- Déjame decirte algo: te lo dije - dice apuntándome con su dedo - Lo que me parece extraño es que haya aceptado el hecho que solo quieras una amistad, sin extras.
- Hemos hablado y las cosas han quedado bien.
- ¿Entonces? ¿Has saltado definitivamente fuera de narnia y yo no me he enterado de alguna nueva aventura?
- Santana, ya basta. Apenas hemos comenzado con el almuerzo y realmente deseo terminar mi plato.
- Eso ni siquiera se considera comida - hace una mueca contra mis verduras - ¿Quinn? - solo bajo mi mirada comenzado a jugar con el tenedor en mi mano - Entonces es ella. ¿Qué ha sucedido esta vez? ¿Ella se dio cuenta que apestas en la cama?
- Me gustaría de dejes de bromear sobre eso, aunque sea una vez.
- Oh... - levanta sus cejas - entonces la cosa va seria. ¿Quieres contarme?
- No, la verdad. Pero tú no me dejaras en paz hasta que no suelte la lengua. - digo levantando mi hombro y ella me sonríe maliciosamente. - No sé de ella en... casi un mes o un poco mas quizá.
- ¿A que te refieres sobre no saber de ella?
- A eso mismo Santana. Nada. Cero. La tierra se la trago.
- ¿Qué hay con la boda? Blaine regreso pero eso ni siquiera es impedimento para que ustedes organicen la boda.
- La he llamado las últimas semanas y nada. Ella ha pasado de mí completamente. Kurt me ha dicho que decidió hacerse un lado en todo el tema de la boda, que por algunos temas ajenos no podrá asistir de todos modos. - dije llamando la atención del camarero para que me viese haciendo la señal de la cuenta.
- Espera... ¿Qué? - Santana frunció su ceño - ¿Cómo que no estará en la boda? ¿Qué demonios tiene más importante que la boda de su mejor amigo?
Levante mis hombros sin darle respuesta alguna, a mí también me había tomado con la guardia baja. El solo pensar que ella pasaba de todo esto debido a mi, provocaba que mi mochila de culpabilidad pesara aun mas sobre mis espaldas.