Ya había pasado casi una semana, o al menos, la semana de cursada. Hoy mismo estábamos terminando la clase correspondiente al día viernes con los de tercer año. Brooke, a quien no veía hace más de dos semanas, me había puesto al día con todos los chismes de la universidad. Yo no suelo fumar, pero la amargura al no tener contacto con Quinn me empujaba a hacerle compañía a mi amiga en los recesos. Tanto Ryan como algunos alumnos de primero se sorprendieron verme fuera con un cigarro entre mis dedos, pero ya poco me importaba.
Había intentado por todos los medios llegar a Quinn, explicarle porque me solté tan bruscamente de ella dentro del coche y pedirle las disculpas correspondientes, pero aun no debo olvidar que ella apenas tiene 20 años, y sé que eso no es motivo, pero al parecer lo es suficiente en ella y sus actitudes. Está actuando como una completa adolescente alimentando la voz en mí que quizá, lo mío con ella en realidad no es enamoramiento, comenzando a ser una decepción.
- ¿Qué dices?
- ¿Eh? - expulso el humo fuera de mi boca. - Lo siento. No te prestaba atención.
- Vaya, gracias por eso. - Yo solo niego con mi cabeza hacia Brooke mirando sobre su hombro a Quinn, que permanece tomando su receso con algunos compañeros.
- ¿Qué sucede? - pregunto apartando mi mirada cuando me encuentro con la de ella.
- No lo sé. Dime tú... desde que has estado dando clases en ese año te noto cambiada... ¿O es algo más?
- ¿Cambiada? - Solo rio para ocultar mi mentira - Es solo que me está por venir la regla... ya sabes. - tiro el cigarrillo al suelo para luego apagarlo. - ¿De qué me hablabas?
- Hoy mismo hay una fiesta...
- No. - la interrumpo sin siquiera dejarla terminar.
- Ni sabes de qué trata... - levanta sus brazos al aire protestando, frustrada en el intento.
- Mañana tengo cosas que hacer, y debo acostarme temprano. De todos modos no estoy de ánimos... - levanto mis hombros.
- Rach, es el cumpleaños de Ryan.
Mis dos cejas se elevan - ¿De Ryan? ¿Por qué no me ha invitado él?
- Pues, porque estoy segura que ya cuenta con que iras y te dirá luego... pero yo soy muy impaciente y quiero saber si podre ir contigo o no.
- Sé que es Ryan, Brooke pero... - negué con mi cabeza sintiendo rápidamente como alguien se colgaba de mis hombros.
- Pero te conviene ir si sabes lo que te conviene. - murmura Ryan en mi oído antes de atacarme a cosquillas. Sabe que detesto que haga aquello, ya que suelo quedarme sin aire como una idiota.
- ¡Ryan! - chillo escapando de sus brazos. - ¡Ya no hagas eso!
- Pues acepta mi invitación. No sigas tan amargada.
- Entonces ¿tú sabes porque esta así? - pregunta Brooke.
- Claro. Ha de ser por la apuesta y no lograr ni siquiera que ella corrija contigo y si con Karma. Puedo oler un poco de celos. - Bromea Ryan pero aquello no me hace ni mínima de gracia.
- Eres un imbécil si crees que una simple niña puede interferir en mis días. - digo intentando sonar superada, todo lo contrario a como me siento ahora mismo por dentro. La situación me había superado con creces.
- Entonces demuéstralo. Ven a mi fiesta.
- Di la hora y lugar. - me cruzo de brazos.
- Así me gusta... Brooke tiene toda la información, ahora debo irme. Las veo allí muchachas. - nos deja un beso a ambas en la mejilla y sale corriendo hacia el estacionamiento.
