Capítulo 21: MESES DE SOLEDAD

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Me he consumido a fuerza de gemir;
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas.

Salmos 6:6

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Soledad.

Eso es todo lo que me rodea.

Han pasado algunas semanas desde la muerte de mi abuela y nada ha mejorado, al contrario todo ha sido peor.

Regresé a vivir con mis padres, y es una tortura para mi tener que escuchar las discusiones y todo por mi culpa, por ser una hija que jamás desearon tener.

He regresado al colegio, el segundo lugar que detesto. Lo bueno que es que pronto comenzaban las vacaciones.

Iba caminando lentamente sin ganas de llegar a mi salón correspondiente cuando de pronto ellas se cruzan en mi camino.

— Hola Alin — Hania sonrió

— hace mucho no te veíamos — agregó Karla

— ¿te estabas escondiendo? — preguntó Cecilia

— ¡déjenme en paz! — supliqué

— Supimos que tu abuela murió — comenzó a decir la rubia — es una pena que haya ocurrido...de seguro tu tienes la culpa de eso..

— Si, siempre eres la culpable de todo — añadió Karla

— tu no deberías existir, eres un error — Habló Cecilia.

Mis ojos comenzaron a derramar lágrimas, ya no quería seguir escuchando más de lo que ellas decían.

Los recuerdos invadieron mi mente nuevamente. Salí corriendo por los pasillos hasta llegar al campo de fútbol. Me senté en las gradas y lloré.

Todos me culpaban, todos decían que era mi culpa que mi abuela hubiera muerto, y quizás tenían razón, si yo no existiera el mundo estaría mejor. Si yo no existiera no causaría problemas.

[.....]

Me aleje de todo y de todos, no quería ayuda de nadie, no quería que nadie sintiera lástima por mi.

Dejé de ir a la iglesia y a las reuniones de jovenes ¿por qué seguir llendo? ¿por qué Dios no pudo salvar a mi abuela? ¿Si él es real por que no la sanó? Estaba enojada con Dios, a diario le reclamaba y lo culpaba por todas mis desgracias.

Dejé de hablarle a Paola, Mía, Angie y a los demás que consideraba amigos. Lo hize por que no quería a nadie en mi vida, suficiente tenia conmigo misma.

El mes de Diciembre pasó tan deprisa, fue el peor mes de mi vida.

En la navidad me la pasé completamente sola encerrada en mi habitación.
Mis padres cada uno por su lado disfrutaron ese día, mamá con sus amigas y papá con los suyos.
Salí a caminar por las calles solitarias de la ciudad, todos estaban dentro de sus casas en compañía de sus familias, todos disfrutando de ese día tan especial, todos felices...

Y yo, yo estaba sola, sin nadie que me quisiera...

Al ver aquella escenas de familias felices no pude evitar derramar lágrimas y pensar que yo jamás tendría una familia así.

El fin de año y la llegada de un año nuevo llegó, y yo como siempre lo pase: SOLA

Y así estaba bien, de esa forma nadie podría lastimarme más de lo que ya lo habían hecho.

¿QUIÉN SOY?   [LIBRO #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora