14. Seamos algo

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Narra Jake

Desperté en el hospital.
Era de noche y podía escuchar perfectamente las voces afuera de la habitación discutiendo.
Pensé en levantarme de la camilla e ir a ver, pero me sentía débil.

— Creo que deberíamos cerrar su año escolar, es lo mejor... — No, ya dije que no haremos eso, nuestro hijo va a mejorar—. Lo interrumpió una voz femenina.

Eran mis padres.

La puerta de la habitación se abrió y por esta entro mi madre quién al sorprenderme despierto, se limpió las lágrimas que le caían por las mejillas con apuro y fue directo a abrazarme.

— Cariño... —murmuró cerca de mi oreja, respirando mi aroma y dejando un breve beso en mi cabeza con ternura.

— ¿Por qué quieren cerrar mi año escolar? —cuestioné preocupado, pero está negó rápidamente.

— Tu padre piensa que sería lo mejor para tu salud, pero seguirás yendo, yo me aseguraré de eso. No te preocupes. —Acarició mi cabello y me mantuve en silencio, observando sus ojos llorosos.

La puerta se abrió nuevamente y esta vez entró mi padre, sonriéndome.

— Nos tenías preocupados, esta vez te demoraste en despertar —me regaño, sin estar molesto.

Observe el calendario a mi lado y me di cuenta que había pasado casi una semana.

Diablos.
Pensé que habían sido menos días.

Llevé mis manos a mi rostro, frotándolas con cansancio. Sentí una amargura llenarme y comencé a sumirme en mis pensamientos, cuando el doctor entró a la habitación, saludándome al verme despierto.

— ¿Cómo te sientes? —Se acercó, posando su mirada en la máquina a mi lado para después anotar algo en su libreta de mano.

— Algo débil, cansado.

El doctor asintió, escribiéndolo en su libreta y despidiéndose de mí, se llevó a mis padres afuera de la habitación para hablar.

No se volvió a oír nada y apagué la luz de la lámpara que se encontraba mi lado. Me acomodé abrazando la almohada con olor a detergente y sentí mis ojos cristalizarse.

Era difícil ser fuerte.
Estaba harto. Estaba completamente harto de todo esto.

Nunca lloraba al frente de mis padres porqué sabía que ellos también se preocuparían. No quería irme todavía, tenía muchas cosas que quería hacer.

Era apenas un chico, ni siquiera había llegado a los 20. ¿Iba a poder mejorar completamente algún día?

Los chicos vinieron a visitarme a la mañana siguiente

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Los chicos vinieron a visitarme a la mañana siguiente. Me trajeron cosas para entretenerme y se quedaron conmigo todo el día, cosa que realmente agradecí internamente.

LET ME GO / JAKE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora