Alice es una chica inteligente quién siempre ha mantenido un bajo perfil en su vida social. Se cambia de escuela obligada por su hermano mayor tras el acoso que sufría ahí. Tan acostumbrada a estos tratos por parte de los estudiantes, no le sorprend...
Me encontraba con Heeseung comprando cosas para la semana, cuando recibí el llamado de la madre de Jake de imprevisto.
"Jake esta grave en el hospital".
Así de repentino fue. Después de oír esas palabras, dejé de prestar atención. Las palabras "hospital" y "Jake" juntas en la misma oración parecían haber desestabilizado todo mi mundo en segundos.
No era necesario mencionarlo. Apenas esa fatídica y terrible llamada terminó, tuve la intención de ir a ver a mi novio en ese mismo instante. Necesitaba hacerlo, no podía ni siquiera tratar de estar tranquila tras esa noticia y si hubiese sido por mí, hubiera ido hasta el hospital en el precisó instante en el cual había recibido la llamada. Hubiese dejado todo tirado y hubiera corrido hasta allá sin importar qué, pero no lo hice. Y aunque lo intenté, el personal del hospital se negó y no aceptaron ninguna visita aparte de sus padres hasta después de una semana.
Una semana. Una maldita semana.
Se trataba del supuesto "código de seguridad" del hospital y del paciente. No lo entendía y no quería hacerlo. Me parecía algo inhumano.
Sin embargo, esperé en contra de mi voluntad. Y hacerlo se sintió como las horas y días más largos y horribles de toda mi existencia. Mi hermano mayor intentaba calmarme diciéndome que todo saldría bien, que no había nada de que preocuparse, pero simplemente yo no podía. Algo se sentía diferente esta vez. Me volví realmente un desastre por la angustia y la preocupación que sufrí esa semana. Emociones que me agobiaban y crecían cada segundo.
Una semana en dónde me sentí moribunda, aún cuando mi cuerpo estaba en las mejores condiciones y era la persona más sana del mundo, sentía que moría.
Jake no respondió ninguno de los mensajes que le envíe para saber si estaba bien, y los más probable es que eso se debía a que le quitaban su celular cada vez que caía en ese maldito hospital.
No podía hacer nada. Sólo pude esperar hasta que se cumpliera la semana, y creo que jamás pensé que me iba a arrepentir tanto de eso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Heeseung manejó a primera hora de la mañana al hospital. La semana se había cumplido y ni siquiera nos habíamos molestado en arreglarnos, salimos apresurados sin siquiera cambiarnos de ropa.
La necesidad de ver a Jake sano y salvo era mucho más grande que cualquier otro pensamiento que teníamos en ese momento.
Sólo necesitaba verlo. Sentir su tacto y escuchar nuevamente su voz. Sabía que solo eso iba a tranquilizarme.
Al llegar a la recepción del hospital vi como los demás chicos ya se encontraban sentados en la sala de espera. Sus miradas me recorrieron a mí y a mi hermano con un pequeño brillo de felicidad que se esfumó rápidamente. Ninguno de ellos habló, ni siquiera se molestaron en levantarse de sus asientos para saludarnos, parecían igual de nerviosos que nosotros. La misma preocupación que nos convocaba a todos ahí en ese momento, los tenían completamente disociados. Y ese ambiente tenso y asfixiante que se formaba con cada vez más fuerza parecía empeorar por el frío de la mañana y el silencio enfermizo del hospital.
