LET ME GO / JAKE

12. ¿Amigos?

Narra Alice

Jake se había estado comportado muy extraño estas últimas dos semanas. Sí, seguía siendo el desagradable y coqueto chico de siempre, pero, algo en él había cambiado.

— Dicen que ustedes dos están juntos...

Me di vuelta a mirar a Ni-ki sorprendida para mal.

— ¡¿Qué?! Ni siquiera somos amigos... solo fuimos parejas para la clase de deportes y me ha hablado un par de veces porque soy su compañera de puesto. Nada más.

— Sí, eso es lo extraño, Jake paso de odiarte a andar detrás tuyo. No es algo que él haga, es lo primera vez que habla más de una vez con la misma chica. —Sonrió y negué rápidamente.

— ¿Cómo estas tan seguro de eso? Además, eso no significa nada.

— Tal vez, pero las chicas de nuestro salón no están muy convencidas. Estas empezando a ser popular Alice, hasta los chicos hablan de ti.

¿Popular? Esa idea no me agradaba. Prefería mil veces seguir siendo la callada del salón, me sentía mucho segura.

— Cómo sea, si escuchas una locura así de nuevo di que no somos nada y que estás seguro por qué eres mi amigo —le pedí.

— De acuerdo, pero aquí viene... —me advirtió con una media sonrisa y fruncí rápidamente el ceño.

— ¿Qué? —Me giré de golpe y vi como efectivamente, Jake se acercaba a nosotros—. Maldita sea, adiós.

Dejé a Ni-ki y me comencé a alejar de la escuela a pasos rápidos.

— ¡Lee!  —Me llamo Jake, pero fingí no escucharlo.

— Oye, ¡Alice! —Me agarró de la cintura para que parara y me separe de él manteniendo distancia.

— ¿Qué quieres? —solté cruzándome de brazos desagradablemente.

— Salgamos.

Abrí los ojos como plato. Miré a nuestro alrededor rápidamente con pánico, asegurándome de que nadie hubiera escuchado tal locura.

— ¿Perdiste la cabeza? —contesté entre dientes, por lo qué Jake se acercó más, haciéndome retroceder.

— Lo más probable, sólo di que si ¿quieres?

— No voy a salir contigo.

— Vamos, no lo hago en una forma romántica, lo hago como amigos —explicó, soltando una tranquila risita de sus labios. Lo quedé mirando escéptica, y me crucé de brazos, relajando mi postura.

— Pudiste haber comenzado por eso... —contesté. Jake se me quedó viendo a la espera de una respuesta y terminé por asentir a regañadientes—. Ahg, está bien, pero primero deja irme a despedir de.... — Genial, vamos. —Me interrumpió repentinamente, y sin dejarme terminar me comenzó a llevar en dirección a su automóvil.

— ¿Puedo saber al menos hacía dónde me llevas? —pregunté, poniéndome el cinturón con inseguridad.

— A mi casa. —Sonrió Jake.