LET ME GO / JAKE

10. Not in love

Llegué a la oficina casi muriendo de los nervios.
Sentía que me iba a orinar encima y lo más divertido de todo esto es que en realidad yo no había hecho nada malo.

La directora me hizo tomar asiento en silencio frente a su escritorio y me quedé pensando en como le explicaría toda esta situación a Heeseung.

— Supongo que ya vio lo que está escrito a lo largo del pasillo, alumna Lee —comentó, cruzándose elegantemente de brazos.

— Sí, directora.

— ¿Fue usted?

— No directora, para nada, jamas haría algo así.

— Honestamente alumna Lee, no tenemos cámaras; por lo qué no puedo creerle al 100% a menos que tenga pruebas.

— Pero directora, e-es ridículo, ¿Por qué escribiría mi nombre en el pasillo? Eso no tiene sentido, soy la persona menos problemática de esta escuela... —comencé a defenderme rápidamente al sentir los nervios consumirme.

— Entiendo, pero me temo que además de dudar de usted porque es su nombre el que esta escrito en esos casilleros, su compañero también aseguró haberla visto haciéndolo—comentó, dándome una mirada densa.

— ¿Mi compañero? —repetí, frunciendo el ceño.

— Jake Shim.

Me quedé mirándola atónita.
Tenía que estar bromeando.
¿Cómo se atrevía a hacerme esto?

— Igualmente, preguntaremos por los salones. Pero si no encontramos al culpable, no tendremos de otra que sancionarla a usted señorita Lee.

— Entiendo... directora.

— Puede ir a clases.

Asentí y salí de la oficina a pasos rápidos.
Llegué al salón en dónde inmediatamente los estudiantes empezaron a murmurar al verme entrar.

Ni-ki me observo preocupado y me acerqué a él.

— ¿Has visto a Jake?

— Se fue de la sala recién ¿Por qué? ¿Qué te dijo la directora?

— Ya te cuento, espérame.

Salí al pasillo rápidamente, alcanzado a ver la cabellera del castaño doblar hacía los baños. Fruncí la mirada con rabia y me fui corriendo detrás de él.

Estaba acabado.

Abrí de golpe el único retrete que estaba cerrado y lo encontré sentado en el suelo, agarrandose la cabeza como si estuviese apunto de colapsar.

— Creo que voy a morir —susurró con la voz temblorosa y cambié mi expresión de enojo a una de preocupación casi instantánea.

— ¿Qué? ¿Por qué dices eso?

— Me duele mucho la cabeza... Ayer compré una bebidas y no me di cuenta que contenían alcohol —expresó mostrándose algo asustado.

— Oh, pero debe de ser porque tomaste mucho y fue tu primera vez, ¿no? —Me acerque a él, tratando de tranquilizarlo y al mismo tiempo olvidando por completo por que me encontraba había.

— ¿Cómo estas tan segura que es por eso? —frunció su ceño, mostrándose escéptico.

— Por qué también me pasó a mí —expliqué recordándolo y esté se quedó mirándome.