Alice es una chica inteligente quién siempre ha mantenido un bajo perfil en su vida social. Se cambia de escuela obligada por su hermano mayor tras el acoso que sufría ahí. Tan acostumbrada a estos tratos por parte de los estudiantes, no le sorprend...
Levante la mirada observando curiosa como Heeseung se vestía.
— Iré al hospital, hay comida en el refrigerado por si te da hambre —me avisó, notando mi mirada sobre él.
— ¿Por qué iras al hospital? —fruncí el ceño con curiosidad.
— A Jake le sucedió algo. Sunghoon quiere que vaya —explicó, poniéndose por último su sudadera.
— Ya veo... —Mordí mi labio, sintiendo inquietud al respecto—. No llegués tarde.
— Tranquila, estaré bien. —Se rió al ver mi expresión y le sonreí, nerviosa.
— Eh... sí, sé que tú lo estarás.
— Sí quieres, puedes acompañarme para que no te preocupes... —Me sonrió con cariño y alce mis cejas ante la invitación.
— Oh, no lo sé... — Te espero abajo, no te demores—me interrumpió y salió de su habitación en dirección a las escaleras. Suspiré llevando mi cabeza hacía atrás y sin más, me levante a ponerme mis tennis sin estar realmente convencida de ir.
No quería ver a Jake en este momento, pero debía admitir que a pesar de todo, despertaba preocupación en mí.
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Apenas llegamos al hospital, Heeseung me mando a esperar sentada en unos asientos cercanos mientras él entraba a ver a su amigo.
Me pregunté que le había sucedido esta vez. Esperaba que no le hubiera sucedido nada realmente malo, claro, no éramos amigos como para preocuparme tanto por él, pero suponía que era normal sentir inquietud ante su estado de salud, en especial teniendo en cuenta la enfermedad que padecía.
— ¿También viniste tú? —Sentí alguien sentarse a mi lado y me giré a ver, encontrándome con el rostro de Sunghoon.
— Vine a acompañar a mi hermano.
— Eso pensé... —Sonrió a medias, sin quitar su mirada oscura de mi—. ¿Qué harás ahora? ¿La directora no te castigo?
Ignoré su pregunta, guardando silencio.
— Ya veo, te comieron la lengua. —Puso su brazo al rededor mío acercándose repentinamente.
— ¿Mañana vendrás a la escuela? —preguntó y asentí, cohibiéndome ante su repentina cercanía.
— Que bien, me preguntaba si...— Alice, ven. —me llamo Heeseung y me pare del asiento sintiéndome salvada.
Le di una sonrisa falsa a Sunghoon y me acerqué a mi hermano casi corriendo. Esté me abrazó hacia él, mirando de reojo al pelinegro quién se limitó a sonreírle cordialmente a su amigo al notar que había despertado a su lado protector.
— ¿Tú amigo esta bien? —pregunté refiriéndome a Jake y Heeseung asintió.
— Igualmente me preocupa, últimamente le pasa muy seguido. Van a aumentar sus pastillas y le darán unos días de reposo —dijo y asentí atenta—. Me iré a despedir y nos vamos, no te muevas de aquí.
