LET ME GO / JAKE

20. La tienda de conveniencia

Su sudadera me cubría completamente el cuerpo. El buzo que me había prestado se me bajaba a cada rato por lo que lo omití. Después de todo, no es como si se me viera algo.

Me fui a acostar y no pude evitar suspirar de placer al tirarme a la suave cama. El sueño me estaba matando y ni hablar del dolor que me habían dejado esos bonitos tacones.

Apagué la luz y cerré los ojos acomodándome para por fin poder dormir.

— Alice.

¿Escuché mi nombre?

— Alice.

Abri los ojos y vi a Jake parado como un espectro al final de la cama.

Pegué un grito sentándome de golpe y el rubio vino corriendo a hacerme callar, tapando mi boca con apuro.

— ¿¿Intentas despertar a mis padres?? —inquirió sarcásticamente.

— Bueno... ¡No intentes matarme a la próxima! —me excusé avergonzada y este relajó su expresión de regaño —. Además, ¿Qué haces aquí?

— Vine a estar contigo. —Sonrió dulcemente.

— ¿Qué? No... —Ni siquiera pude termine la frase y Jake me corrió a la orilla de la cama acostándose a mi lado en cosa de segundos—. Sal ahora.

— Ni loco —me desafío con una mirada juguetona.

— Jake.

— Quiero que me des cariño... — Pegó su rostro a mi hombro y fruncí la mirada dándole la espalda.

— ¿Sabes? Soy una persona de afecto.

— Déjame dormir ¿Quieres?

Jake se quedo en silencio y al instante me abrazó por detrás. Le di un manotazo en un lugar que no tenía previsto haciéndo que esté soltará un gemido y se sentara apretandose ese lugar con sus manos.

— Oh mi dios... ¡Cuanto lo siento! —Me tape la boca mirando completamente preocupada como esté se retorcía en la cama.

¿Qué se hacía en estos momentos?
Recuerdo que me había sucedido con Heeseung en una ocasión, pero había sido intencionado y sólo me había burlado de él. No podía hacer eso con Jake.

— No fue mi intención... ¿Estás bien? —Traté de acercarme a él, pero esté se corrio de golpe.

— No me hables. —Se levantó de la cama sentido, con la intención de irse.

— ¡Pero dije que lo sentía!

Jake me ignoro y lo tire del brazo hacia a mí.
Esté se quedo parado al lado de la cama con su rostro ahora serio y lo obligue a sentarse a mi lado buscando su mirada con dificultad.

— Ya no quiero tu cariño, eres una loca agresiva.

— ¿Y tú no lo eres? —Sonreí.

— ¿Yo? ¡No soy agresivo contigo!  —protestó infantilmente y solté una risita.

— Está bien, entiendo, pero no te enojes conmigo. De verdad no fue mi intención... —Me mostré algo apenada. Jake se mantuvo indiferente, por lo qué puse un puchero forzado.

— Me quedaré solo porque tu cara de manipuladora me dio pena —se excusó acostándose y apegándose a mi nuevamente.

— No vuelvas a hacer nada tonto.

— No haría que te hiciera enojar. —Me sonrió y lo observé extrañada.

— Duerme, muero de sueño —susurré y esté asintió, rodeando mi cintura con sus manos.