LET ME GO / JAKE

05. Que sea la primera vez

No le conté a Heeseung.
Pensé que no debía, la verdad era algo serio, pero no podía parar de pensar en eso. Ahora entendía por qué nunca Jake hacía deporte, lo más probable es que tuviera que ver con su condición.

Se ausentó por un día y cuando estuvo de vuelta en la escuela, hizo como si nada hubiera sucedido. Estaba como nuevo y llegué a pensar qué tal vez me lo había imaginado todo.

Se sentó a mi lado ignorando mi presencia por todo el día y cuando nos tocó la clase donde teníamos que hacer el trabajo juntos, dejó sobre mi mesa una carpeta con el trabajo ya listo y salió de la sala sin decir nada.

¿De verdad iba a hacer esto?
¿De verdad iba a hacer como si nada hubiera pasado y no me iba a dar ningúna explicación?

No lo sé, no podía quitármelo de la cabeza.
Me fui a casa con la mente nublada y para mi sorpresa, me encontré con los amigos de Heeseung, incluyendo a Jake.

Ni siquiera se giró a verme. Lo entendía en parte, no éramos amigos, ni siquiera cercanos, pero unas pocas palabras sobre lo de ayer hubieran bastado. Su indiferencia ante lo sucedido se me hacía alucinante.

— Hey, ¿Alice, no? —Se asomó Sunoo y Heeseung lo corrió a un lado mirando al chico que estaba detrás mío.

— ¿Y tú eres?

Me di vuelta a a mirar a Ni-ki.
Olvide decirle a mi hermano que lo había invitado a mi casa.

— Soy Ni-ki...—Es mi amigo. —lo interrumpí y Heeseung empujó su mejilla con la lengua examinándolo sin sonreír.

— Soy Heeseung, su hermano mayor. —Forzó una sonrisa y le dió la mano a Ni-ki quien después se la sobo debido a que esté se la había apretado muy fuerte.

— Bueno, vamos. —Tomé a Ni-ki de la mano llevándolo al segundo piso.

— ¡No cierren la puerta! —Me grito desde abajo Heeseung y puse los ojos en blanco, sintiendo vergüenza de que se comportara así.

— Tu hermano es bastante protector. —Se rió Ni-ki y asentí—. Todavía no me creo que sea amigo de Jake.

— Ni yo... —admití, riendo—. Es una pesadilla.

Nos quedamos un rato hablando sobre mi cama, poniendo música que nos gustaba a los dos y jugando con cartas. Siempre había soñado tener una amistad así, por lo que agradecía haberlo encontrado, era como el amigo ideal. Además, a diferencia mía, Ni-ki hablaba demasiado y de vez en cuando era repentinamente extrovertido, cosa que me encantaba. Estaba contándome un par de chismes de los alumnos de la escuela, cuando de repente llegó al cuarto Heeseung.

— ¿Has visto mi llavero de osito?

— Lo perdiste hace como tres años... —dije frunciendo el ceño.

— Oh... tienes razón, bueno, estaré abajo. Diviértanse. —Le dió una mirada densa y rápida a Ni-ki, por lo qué esté lo miró de vuelta, mostrándose algo incómodo.

Heeseung se acerco a la puerta, pero antes de irse, frenó y volvió su mirada a nosotros fingiendo una amable sonrisa.

— ¿Quieren comer algo? Les puedo traer algo si quieren...— ofreció y me levante de la cama para echarlo de una vez. Estaba buscando cualquier pretexto pare seguir en la habitación.

Cuando oscurecío fui a despedirme de Ni-ki quien me abrazó haciendo que mis mejillas enrojecieran.

— Cuídate, Alice. Nos vemos en la escuela. —Sonrió cordialmente y le devolví la sonrisa, mirando como se iba.

Entre a la casa y la borré al ver que Heeseung estaba espiando con todos sus amigos.

— ¿Qué hacen? —fruncí el ceño.