La Última Luna

Capitulo 13

- Ey despierta.
- Siento cómo me sacuden por la cintura.

- Venga perezosa.

- Ummm solo 5 minutos.
- Digo estirando las cobijas hasta cubrirme la cabeza.

Ciaran las coje y las quita bruscamente.

- Haz el favor de levantar ese bonito culo, ya hemos llegado.

- No, me siento mal.

- Si que pena,venga.

- Lo digo enserio, me duele mucho la cabeza y estoy congelada. ¿Tú no lo estás?

- Claro que no, soy un hombre lobo y por ende la temperatura de mi cuerpo es mucho mas caliente que la tuya.

- Mira que suerte la mía entonces.

Finalmente me levanto y me pongo los zapatos. Cuando salimos del camerino nos encontramos de nuevo con la señora de anoche.

- Buenos dias niños, venga tienen que bajar ya.

La seguimos hasta el puerto y antes de salir de la embarcación nos para.

- Tomen -Nos da unos billetes- Esto les bastará para poder comprar comida y esto -Nos pone una llave en la mano- Es un pequeño apartamento que tengo a unas calles más atrás. Vayan allá, yo estoy siempre viajando y no lo uso.

Se me hace demasiado raro el hecho de que no nos conozca de nada y nos esté ofreciendo todo esto.

- Ay no señora, de verdad no es necesario.

- Si lo es, anda iros.

- Pero -

- Si Gaia vámonos.
- Dice ahora Ciaran cojiendo con una mano las llaves y el dinero y con la otra mi muñeca.

- ¡Muchas gracias!
- Grito mientras el antes nombrado me arrastra.

La señora solo me sonríe y agita la mano en forma de despedida.

- ¿No se te hace raro que nos haya ofrecido todo esto sin conocernos?

- No.

- Oye no seas tan seco.

- Bueno ¿que quieres que te diga? Ya la conocía de antes a esa señora.

- ¡¿Ya la conocias?! ¿Y porque no me dijiste?

Suspira fuertemente por la nariz y me coje más fuerte por la muñeca.

- No creas que me agrada la idea de quedarme en casa de esa sñora, si estuviera solo creeme que no iria, pero no. Estoy contigo, mala y repentinamente más irritable que nunca.

- ¿Porque no te agrada la idea de quedarte allá?

- Porque esa señora estaba en la manada de mis padres. Fué la única que se salvó a parte de mi. Cuándo la veo es como si volviera a revivir ese dia.

- Oh, lo siento yo -

- Déjalo, era pequeño, tendria unos 13 años, pero recuerdo a la perfección todo lo que ocurrió.

Claro, mi madre cuando supuestamente viajó yo tenia 10 y en aquel entonces él tenia 13.

- Vamos, desayunaremos algo.

Caminamos unos minutos hasta que damos con un pequeño café. Entramos y nos sentamos, en seguida viene el camarero.

- Bom dia, ¿o que desejam comer?

- Dois shakes de chocolate e dois pedaços de bolo de iogurte.

Obviamente habla Ciaran, si hablara yo se reirian en mi cara.