Mini maratón 2/3
Estoy en la habitación de invitados de la casa de Andrew. Nos ha ofrecido quedarnos aquí el tiempo que necesitemos.
Estoy encima de la cama mientras leo un libro que encontre por ahí, pero soy incapaz de concentrarme. Me dejó muy aturdida lo que nos dijo el brujo.
¿Que quiere decir que somos nuestro veneno pero a la vez nuestra cura? Por lo visto no es él quién debe decirnos lo que significa.
Me estiro en la cama y me quedo mirando al techo. ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Veo como Ciaran entra y cierra la puerta, después viene y se sienta a la cabezera de la cama junto a mis piernas.
- ¿Aún no sabes que quiere decir?
Niega con la cabeza, últimamente ha estado más serio de lo normal.
- Tiene que tener alguna lógica.
- Pues no la veo.
- Responde cortante.Comienzo a pensar a toda pastilla y lo recuerdo.
Cuando Ciaran me enseñó por primera vez sus marcas sin querer llevé mi mano a su espalda, pero ese no es el punto. Reaccionó como si se relajara.
- Ciaran.
- Digo mientras me siento.- Que quieres.
- Quítate la camiseta.
- No estoy para tonterias Gaia.
- No es una tonteria, ¿Aquella vez que te toqué la espalda que sentiste?
Frunce el ceño y me mira.
- No lo sé, fué como si una sensación de calor me recorriera la espalda.
- ¿Alivio?
- Algo así.
- Pues vamos a intentarlo.
Se quita la camiseta y me da la espalda.
Dudo un momento de si tocarle o no pero cedo, primero un dedo, luego dos, después tres y finalmente toda la mano.
Veo como se le relaja la espalda y hecha la cabeza hacia detrás.
- ¿Estás bien?
- De put... Perfectamente.
- Está funcionando, no entiendo cuál es el problema.
Mis palabras son interrumpidas por un dolor punzante en la espalda que hace que aleje la mano de su espalda bruscamente.
- Ey ¿Que sucede?
- Mi espalda.
- Digo mientras cierro los ojos por el dolor.- Déjame ver.
Me levanta la parte de detrás de mi blusa y veo como se tensa en su sitio.
- No sigas con esto.
- ¿Que?
- No... No, esto no.
Me levanto y me dirijo al espejo del baño de la misma habitación.
Cuándo me giro me quedo helada.
Unas diminutas venas negras han aparecido en mi hombro derecho.
Nos miramos uno al otro y bajamos dispuestos a hablar con Andrew.
Un vez abajo nos sentamos en los sillones.
- ¿Y bien?
- Dice el señor.- Ya sabemos a lo que se refería cuando nos dijo que somos nuestra cura pero a la vez nuestro veneno.
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La Última Luna
Hombres Lobo¿Te atreverás a entrar al bosque en La Última Luna? No acepto adaptaciones ni plagios usa tu brillante mente amig@🌌