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C A P Í T U L O  2

Primer Día.

No quiero, bueno si quiero pero no.

¡Ah! Es que simplemente odio el hecho de ser la nueva de la clase, tener que conocer nuevas personas, repetirles a cada una de dónde vienes —bla bla bla—, lo mismo que dices cuando empiezas a conocer a alguien.

Y yo, no soy NADA, pero nada social. Además, ya llevan una semana de haber entrado a clases y eso ya les da una pequeña ventaja a los otros nuevos sobre mí.

¿Por qué siempre es tan difícil el primer día de clases? Qué alguien me explique.

Mientras tenía esa pequeña pelea en mi cabeza me levantaba poco a poco de la cama. Por cierto, me había olvidado lo que es levantarse temprano. Cuanto lo odio.

No tuve de otra, no quería llegar tarde mi primer día de clases. Me dirigí al baño para hacer pis, lavarme la cara, los dientes y mirarme al espejo. Que fea me veo al despertarme. Ugh.

Regrese a mi cuarto para ponerme el uniforme, me miré en el espejo de cuerpo completo. Bueno, no me veo taaan mal, no como me veía con el anterior saco; una vez terminé de vestirme me dirigí hacía el espejo del baño, ya que por lo mientras ahí se tiene todo para poder peinarme.

¡Ahora si viene la guerra contra las serpientes de medusa!

Si bueno, no tengo serpientes en el cabello pero pareciera que sí. Mi cabello no se queda quieto y es muy rebelde. Pero demasiado.

Siempre me peinaba de la misma manera el año pasado, pero quería cambiarlo. Claro, escuela nueva, nueva yo.

Primero busqué en Youtube "Peinados para cabello ondulado", pero solamente hay videos para aquellas que tienen un cabello sedoso, brilloso y definido. El mío no es nada parecido, es seco, no tiene brillo y ni si quiera tengo el cabello completamente rizado, si no la mitad de mi cabello —que es la que queda en la parte de la nuca— es totalmente lacio; y el resto —que es lo que mayormente se ve—, es ondulado. Ya se imaginarán el desastre de cabello que tengo.

Seguí buscando un video y encontré uno. En el video se veía bonito, pero en mí quien sabe. El chiste es que cuando lo intenté amarrar con la liga, me quedó un nudo tremendo. No me quedaba mucho tiempo para hacerlo de nuevo, así que me deshice todo.

— ¡Ayy, ayy! —solté un pequeño grito, ya que al quitar la liga me jalé unos cuantos cabellos. — ¿Por qué tienes que ser así? —le hablé a mi cabello como si me fuera a responder.

Al final terminé como siempre, dos trenzas unidas para hacerlas una media coleta. Creo que es lo que mejor me va.

Salí del baño, rápidamente bajé las escaleras y entré a la cocina para poder tomar el desayuno —que por cierto mi madre ya había preparado—. Me comí todo lo más rápido posible y le grite a mi papá que ya estaba lista para que me llevara a la escuela. Mi padre bajó, me dijo que me esperaba en el coche y yo mientras me despedí de mi mamá.

—Ten un lindo día hija —me dio un beso en la frente—. Ya verás que te irá bien —sonrió.

—Gracias mamá —le devolví el beso y la sonrisa.

Me estaba dirigiendo hacía la puerta cuando mi madre me llamó.

— ¿Halley?

— ¿Sí mamá? —Voltee a verla.

—Te estas olvidando la mochila —me señaló con la mirada mi mochila que estaba en el sillón y yo di un salto.

— ¡Cierto! Gracias mamá —corrí hacia el sillón para tomar la mochila—. Ahora sí, adiós.

¿Algún Día Seremos Cómo Las Estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora