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C A P Í T U L O  1 9

Maratón 2/2

Durante todas las vacaciones estuve investigando sobre universidades y las diferentes becas que podría obtener para estudiar gastronomía, ya sea dentro de mi país o fuera. Así que, en todas las oportunidades que veía, mandaba mis documentos necesarios para poder ser aceptada en alguna de las becas.

Aunque mis padres no estaban del todo convencidos, trataron de apoyarme en cualquier decisión, siempre con la expectativa de que en algún momento me daría cuenta de lo que estaba haciendo era una locura y desistiera de ello.

En ocasiones, mi mente jugaba contra mi. El simple hecho de que quisiera obtener becas para reducir los gastos dentro de mi familia, ya era un reto, un reto que miles de personas como yo toman, y buscan oportunidades. Siempre me hacía las mismas preguntas: "¿Y si me falta algún documento?", "¿O si alguien más calificado que yo se postula?", "¿Y si por una mínima cosa no soy aceptada?", "¿Qué haré si no me aceptan?", "¿Seré lo suficientemente buena para esto?".

Y aunque a pesar de que todo pareciera que estuviera contra mí, siempre estaba Su voz que me decía que sin importar lo que las personas dijeran que era o no, siempre sería lo suficientemente buena para vivir una vida acorde a su plan.

Así que por más veces que me rechazaran las solicitudes, lo estaría intentando y mejorando para algún día poder ser aceptada.

Esta primera semana del último semestre, es la última que se tiene para liquidar el viaje a Francia, ya que el siguiente lunes es cuando viajan.

—¿Qué hicieron en las vacaciones? —Charlotte preguntó mientras masticaba su almuerzo.

—Nada interesante —respondí.

Aún no tenía planes de comentarle a nadie sobre las solicitudes que había hecho a diferentes universidades. Si no llegarán a aceptarme, prefería cargar con la pena yo sola. Aunque a decir verdad, una parte de mi se moría por contárselos todo.

—Ya sabes, mi madre no podía estar aquí para las festividades, así que después de reunirnos en la casa de Halley tuvimos que viajar a Londres.

—Londres ¡Vaya! —Alcé las cejas—. Debe ser hermoso pasar navidad ahí.

—Para nada —bufó.

Notó que mi expresión cambió a una más apagada.

—Lo digo hablando por experiencia propia.

—¿Por qué? Si Londres es uno de las mejores ciudades para pasar esos días.

—Creo que mientras estés con tus seres queridos, da igual el lugar.

Sabía que su madre, a pesar de que ellos habían viajado hasta allá, no estaba presente de la manera que ellos hubieran deseado.

Muchas veces me pregunté por su padre ¿No había la posibilidad de que pasaran navidad con él? Me moría por hacerle la pregunta, pero algo me decía que si era muy insistente con el tema, volvería a cometer el mismo error de hace unos meses atrás.

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The bff's chat

Halley: ¿Cómo están? ¿Qué tal el clima por allá? Aquí hace mucho calor.

Esperé bastante tiempo a que alguien contestara pero nadie lo hizo.

Halley: Oigan ¿están bien?

Al ver que ninguna de las dos respondía, decidí mandarle un mensaje privado a Amelia.

¿Algún Día Seremos Cómo Las Estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora