¿Algún Día Seremos Cómo Las Estrellas?

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C A P Í T U L O  3

Ya es viernes.

Que rápido se pasó la semana.

Bueno les daré un breve resumen de lo que pasó en ese tiempo.

Lunes: Ese día sí estuvieron conmigo, je.

Martes: Fue el día en el que Clark se dio cuenta de que yo era su vecina de casillero. Hubo un escándalo enorme por su parte. Exigía que me cambiaran de casillero, que no quería estar al lado de una chica como yo.

¿Pues como soy? Sinceramente se me venían muchas respuestas ante esa pregunta y créanme, ninguna era linda.

Pero bueno, al final ya no se pudo hacer un cambio, ya que era el único casillero libre. Así que Clark tendrá que soportarme un año como vecina. Más bien yo tendré que soportarla a ella.

Como es la típica chica caprichosa que puede pedir lo que quiera y se lo dan, siempre tiene a todos sus amigos en su casillero.

Son muy molestos, demasiado.

En la hora de la salida, donde tengo que guardar los libros y libretas que no usaré en la tarde, es cuando todos sus amigos están en su casillero hablando. ¿De qué? No me preguntes, ese tipo de conversaciones siento que solo hacen crecer el ego de Clark y bajar la autoestima de la persona que estén hablando.

Eso sí, sé que han hablado y burlado de mí, porque dime ¿Quién en preparatoria tiene una mochila retro transparente, con el diseño de unos perritos salchicha? Sólo yo.

Muy infantil, lo sé. Pero era la única que tenía, no iba a comprar otra solo para el último año. Además ¿quién no ama a los perritos salchicha?

No está taaan mal, pero no es el tipo de mochilas que una chica de preparatoria lleva a la escuela. Las mochilas que chicas de mi edad llevan son rosas o de colores neutro, son afelpadas o de tela y tienen unos cuantos diseños minimalistas.

Todo cool.

Tampoco es que me importe mucho lo que digan sobre mí o de mi mochila. De esas bocas sólo sale basura. Pero aun así, ser juzgado o recibir una crítica, duele.

Miércoles: Tuvimos día de deportes, por suerte no morí. Tampoco digamos que los ejercicios estuvieron muy pesados pero hace años que no practico nada de ejercicio.

De pequeña era muy buena en natación, todos me decían que parecía sirena. Llegué a tomar entrenamientos más formales cuando tenía 10 años. Llegué a ir a competencias y toda la cosa. Pero tus sueños se pueden ir en un abrir cerrar de ojos por problemas. Más específicamente: falta de dinero.

Deje de entrenar. Mi nivel de condición fue en picada y como no soy autodidacta, no seguí en el plan de hacer ejercicio. Ni si quiera por mi bien.

Ahora por eso tengo rollitos. Que mal.

Ah, pero que ricas las hamburguesa, la pizza, las donas...

Mejor me callo.

Jueves: ¿Qué hicimos el jueves?

No pues no recuerdo...

Ah sí, sí. En la clase de francés conocí a un chico llamado Peter.

Ese día me dieron ganas de sentarme en la última fila, ya que Violeta no había asistido a la escuela. Él estaba sentado en esa fila. Me senté en la banquita que quedaba a su lado.

Nunca lo había visto ¿Cómo puede ser que no conozcas a alguien que toma la misma clase que tú? La razón: es que no habla, es muy pequeño, delgado y no es el tipo de chico en el que te fijarías mucho. A menos que necesites algo de él.