Capitulo 12

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-No es grave Mitchy, de verdad...

-Mikey, ya te dije, no me movere hasta que me digas que te estas tomando.

-No tomo nada.

-...- gruño pensando en otra posibilidad- inyectando?

El alpha evadió la mirada, de verdad no quería abrir la boca sobre el tema, hasta para él era complicado lo que tuvo que hacer para mantenerse cuerdo todo ese tiempo.

-No pienso contestar sobre esto.- reclamo.

-Manjiro, dime la verdad- se levanto decidido y se puso frente a él, tomando su rostro para hacerlo voltear hacia arriba, cruzando sus miradas- por favor.

-Si te lo digo, qué vas a hacer? - suspiro- nada cambiara aunque lo sepas.

-Puedo intentarlo.

-No lo creo, cariño.

-Dilo- gruño.

-Bien!- aparto sus manos de su rostro y oculto su mirada en su flequillo- dormí a mi alpha.

-Que?- se sorprendió.

-Necesitaba apagar mis instintos- dejo caer su rostro sobre sus manos- estar separado de ti empezó a ser sofocante y agonizante, tuve que buscar una manera y esta fue la única forma...

-Estas loco? Dañaras tu cuerpo y sabes las consecuencias de eso no es así?

-Sé lo básico...

-Eres un idiota. Porque harías esto?

-Por ti...

-Nunca te pedí esto- comenzó a llorar, al sentirse inútil y despreciado.

-Lo hice para cuidarte.

-Por favor Mikey, deja esa estupidez. Sabes el daño que te haces y aun así lo haces...

-No lo soportaba Mitchy, las pesadillas se volvieron insoportables, mi enojo era incontenible, empezaba a alucinar con tu aroma... necesitaba poder pensar con claridad y no podía si mi alpha te deseaba tanto.

-Eres el único que se niega a que estemos juntos.

-Entiende, lo hago porque te quiero.

-Y te odio por eso...- sus palabras lograron sobresaltar al alpha- haré lo que quieras Mikey, pero deja esa mierda.

-Yo no...

-Lo harás, a menos que quieras que te pongan en abstinencia forzada.

-Quien sería tan idiota para meterse conmigo?

-Crees que no puedo lograr que te encierren hasta que expulses esa medicina?

-Peleare...

-Por favor, tener tus instintos dormidos te atonta. Será un milagro si logras pelear.

-Inténtalo...- su mirada se volvió más obscura, casi amenazante.

-Sabes que se de estas cosas no? Apenas ayer era consiente de medicarme para ocultar mi género, pero nunca al limite peligroso en el que estas.

-Estoy bien.

-Si no lo dejas, moririas... tenemos que sacar tus instintos... si no lo haces y en un ataque no te controlas, eso será un infierno. Será como verte en tus instintos mas primitivos deseando matar... no vas a diferenciar.

Ámame en este tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora