Capitulo 23

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Todos salieron de aquel lugar siendo observados por demasiada gente. Sanzu también llevaba consigo a Hanma para interrogarlo.

Mikey les ordeno llevarlo a la base y sacarle la información a como de lugar, mientras él llevaba a Takemichi a su casa en su moto... aquel lugar donde empezó todo.

El alpha no llevaba mucha paciencia consigo, así que se apresuro a llegar y no le dio tiempo a Takemichi de observar la casa, pero aquel lugar se veía peor de como lo recordaba. Estaba sombrio y algo polvoriento... como si nadie lo visitara.

Apenas llegaron al cuarto del rubio notó cuán poderoso era el olor, el aroma de Mikey se hacía más y más potente a medida que pasaba el tiempo para poder olerlo de esa manera, Takemichi sabía que Manjito debía haber entrado en celo justo después de que se fue del hospital para terminar de esta manera.

Mitchy ya podía sentir que su cuerpo se calentaba en respuesta a las feromonas de Mikey, su agujero se lubricaba ligeramente mientras su cuerpo se preparaba para aparearse. Mordiéndose el labio por la emoción, pero tratando de mantenerse cuerdo, porque aunque su cuerpo lo deseaba, su mente se negaba a que realmente pasara.

Mikey en cambio ya no le importaba, todos sus pensamientos complicados los mando al carajo, solo actuaba por instinto y ahora que estaba solo con su omega, ni siquiera tenía intenciones de retenerse.

Tomo al omega y lo empujo sobre la cama con un poco de fuerza, sus pupilas estaban dilatadas y sus colmillos expuestos...

-Mikey...- se quejo Takemichi, pero no lo aparto.


El rubio tomo esto como una aprobación y deboro sus labios con entusiasmo, sus movimientos eran toscos y animales mientras lo tomaba, Manjiro hacía todo lo posible para saborear cada centímetro de la boca de Takemichi.

El omega dejó que Manjiro se diera el gusto durante unos minutos mientras se besaban antes de morderlo y hacerlo retroceder, justo fuera de su alcance.

-Basta!- le ordenó Mikey, con una voz ronca y amenazante- lo prometiste omega, me obedeceras.

-Manjiro... no deberíamos hacerlo, no ahora que...

Mikey le gruñó, dejando escapar un olor espeso de dominio cuando Mitchy dejó en claro su negatiba y miró al rubio como si fuera a meterse en problemas.

Sonriendo, el alpha pudo ver en los ojos de Takemichi que estaba perdiendo la lucha contra sus instintos y todo lo que necesitaba era un pequeño empujón para dejarlo ir por completo.

-Omega ~ -Manjiro susurro, mirando alegremente mientras el ojiazul caía poco a poco hacia él- ven, déjame saborearte, cariño. Quiero beber todo de ti.

Mikey no perdió tiempo en inmovilizar a su aturdido compañero en la suave cama y acurrucarse contra el, finalmente libre para jugar con él como quisiera. Takemichi gimió cuando el rubio tomó el control, cediendo felizmente a sus instintos mientras se sumergía en una cálida neblina de placer.

El alpha acunó rápidamente a Mitchy contra su pecho, dejando que sus instintos se hicieron cargo, se desvistio él y al mismo tiempo al omega. Bajo su mirada a la entrada de su pareja y noto lo mojado que ya estaba, ambos estaban al límite.

Se alineó con el agujero de Takemichi y el rubio miró a su Omega, demasiado perdido en sus instintos para intentar burlarse de él.

Inclinándose, Manjiro volvió a besar al ojiazul, distrayendolo para cuando comenzó a presionar sobre él, hasta que por fin pudo entrar. Takemichi gimió en voz alta cuando se sintió lleno, alejándose del beso por el placer que atravesó sus sentidos, abrumándolo.

Mikey hizo una pausa cuando tocó fondo, entrado hasta la empuñadura, gimiendo por lo apretado que estaba el pelinegro alrededor de su miembro, apretándolo en pequeños espasmos a su alrededor.

Takemichi se sentia tan lleno, la longitud de Manjiro era más que suficiente para destrozarlo mientras follaban. Mirando hacia abajo, el omega pudo ver el bulto en su estómago donde Mikey le estaba llenando, reclamándolo por completo.

La cama crujió cuando Mikey comenzó a moverse de forma más agresiva, su celo lo empujaba hacia sus instintos mientras se movía. Mitchy arañó la espalda del alpha, aferrándose con fuerza a su cuerpo mientras rogaba por más. Ambos habían caído en el celo.

Takemichi pensaba que llegando ahí, podría hacerlo entrar en razón, pero estuvieron tanto tiempo separados... tanto tiempo negándose, que sus cuerpos simplemente cedieron primero.

Ambos se amaban, ambos se deseaban, pero siempre se frenaban... hoy fue el limite.

Manjiro marcaba un ritmo desesperado en las embestidas, dejaba besos y algunas mordidas en el pecho y hombros del omega... quería relajarse y poder pensar un poco mejor en sus acciones, quería consentir a Takemichi, pero le era imposible estaba cegado en el placer, pero no era el único, sentía la desesperación del omega en las marcas que estaba dejando sobre su espalda y la mordidas que dejaba sobre sus hombros y brazos.

Sintiendo que su nudo comenzaba a hincharse ante el extasis en el que entraron, Mikey se agachó y comenzó a lamer el cuello del omega, tratando de orientarse para dejar su marca. Takemichi soltó un fuerte gemido cuando la nueva sensación sacudió su cuerpo, sintiéndose más cerca de venirse.

-Manjiro...- se quejo el omega mientras abría mejor las piernas para darle acceso y encajaba sus uñas en sus brazos para mantenerlo cerca- eres mío...

-Todo tuyo cariño- no se detuvo y por fin mordió su cuello.

Soltó un gruñido aun en la mordida al sentir su miembro ser presionado, dio una última embestida con mayor fuerza, dejando su nudo alojado dentro del omega.

Takemichi dejo caer su cabeza hacia la almohada entrando en trance por lo que acababa de pasar. Estaba temblando aun del mejor orgasmo que había tenido, pero aun no se sentía satisfecho...

Aun con los movimientos limitados que tenía, se abrazo al alpha pegando aun mas sus cuerpos, sintiendo como encajaban perfectamente y ronroneo satisfecho. Al encontrar un buen ángulo, completo el vínculo mordiendo el cuello de Mikey, dejando su marca también.

Gimió al sentir otra carga de semen dentro del él, al momento de morder a su alpha, no pudo evitar el escalofrío que sintió, pero se aferraba a terminar su trabajo antes de perder la conciencia...

-Eres perfecto Mitchy- Manjiro lo había soltado y limpiaba la herida, mientras lo elogiaba.

Takemichi por fin debilitó su mordida y se dejo caer inerte en la cama, había perdido su fuerza y el cansancio empezaba a ganar sobre él.

-Descansa, aun necesitas fuerzas...

-Manjiro... nosotros...

-Duerme omega, yo estaré aquí cuando despiertes.

El omega quería negarse, aun quedaban cosas pendientes, pero por una vez quería permitirse solo ser un omega... dejarse consentir y ser protegido, de cualquier forma, ya habían roto todas las reglas auto impuestas

Ya no habrá nada que empeorar...

Ámame en este tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora