Capítulo 9

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"Comodín en una baraja
de cartas"

Desperté un poco desconcertada y adolorida.

Me dolía la cabeza. Sentía que iba a explotar, la poca luz del sol que se asomaba por un hueco de las cortinas en mi ventana, molestaba mi vista.

Estiré mi brazo para que mi mano pudiera alcanzar mi celular y poder ver la hora.

3:00 pm.

Había faltado a a escuela, ese era un hecho. Lo más probable es que mamá al haberme despertado por la mañana se dio cuenta de que no me estaba sintiendo bien y me dejó dormir un poco más.

Coloqué mi celular en la mesita que tenía a lado de mi cama y volví a quedar totalmente dormida. Estaba claro que hoy tampoco iría a trabajar, me sentía verdaderamente cansada y adolorida.

Cuando volví a despertar ya me sentía un poco mejor y bajé a la cocina por comida para comer en mi habitación viendo alguna película mientras me acurrucaba en una mantita.

No era de sorprenderse que escogiera una de las películas de "Harry Potter".

Sí, soy una totalmente loca fan de esa Saga de libros y películas.

En uno de mis estantes en mi habitación, tengo acomodadas cosas de Harry Potter. Tengo los libros, tengo pequeños juguetes, el boleto del tren, mi carta de Hogwarts, dibujos que había hecho yo misma, una taza, mi varita y muchas cosas más.

Cuando terminé de comer el cereal que había preparado, quede medio dormida viendo la televisión.

Cuando volví a abrir los ojos estaba a punto de llegar el atardecer.

La pregunta aquí es, ¿Por qué había despertado?.

Miré confundida hacia mi ventana cuando reconocí el sonido de esta abriéndose.

Entendí todo cuando vi a un idiota pelirrojo entrar por mi ventana con unos audífonos de cable colgando de su cuello, deslizando las cortinas al entrar a mi cuarto.

MI - ER - DA.

Parpadeé confusa cuando me acordé del seguro que tenía mi ventana justamente para que esto no sucediera.

Vi que Aster sonrió al verme horrorosa en pijama y en mi cama.

-¿Por qué no fuiste a trabajar?- preguntó suspirando, supongo estaba cansado de hacer algo.

Lo miré con el ceño fruncido e ignoré su pregunta.

-¿Cómo carajos entraste aquí?

Sonrío y señaló mi ventana -La primera vez que entré a tu habitación, quité tu seguro- ladeó la cabeza acercándose a mí- ¿Recuerdas? También el árbol entre nuestras dos casas ayudó a mi ascenso.

Mierda era cierto.

No contesté nada al respecto, volví a ver la película que estaba en la televisión imaginando que justo en ese momento no se encontraba un pelirrojo en mi habitación.

Aster dirigió su mirada a la televisión curioso de lo que estaba viendo.

-¿Harry Potter? ¿Te gusta Harry Potter?- sonrío viendo la televisión y sentándose en la orilla de mi cama.

-Sí, un poco sí- respondí señalando mi estantería.

-¡Whoa! Enserio te gusta- hizo una pequeña pausa viendo mi estantería y acercándose a ella - yo que creía que era un fan loco.

Arrugué la nariz, Lo miré con extrañeza a pesar que él estaba demasiado distraído viendo mi estantería.

-¿Te gusta Harry Potter?- pregunté.

Diario de un ColumpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora