Capítulo 25

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"Dos zanahorias, una epiléptica y un gay al rescaté"

¿Por qué todo siempre tenía que salir estupendamente mal?

Esa era la pregunta que me repetía mentalmente mientras todos íbamos en el carro en busca de Connor a la estación de policía.

Desafortunadamente, Logan logró de alguna manera, correr antes de que la policía igual lo arrestara.

Él era como una maldita rata de alcantarilla.

Mich y Kevin iban en los asientos traseros del auto de Aster y yo iba en el copiloto mirando hacia la ventana sin ningún punto en especifico.

Por un segundo me decidí mirar a Aster. Tenía la mandíbula tensa y las manos aferradas al volante.

Estaba furioso. Eso lo podría deducir cualquiera.

Yo igual me encontraba furiosa por lo que Logan había dicho sobre Mich.

Si no hubiera sido porque Connor reaccionó antes... yo misma hubiera sido la que le fuera a partir la cara a ese imbecil mal parido.

Logan se podía meter conmigo todo lo que el quisiera, pero con mi pelirroja no se metía.

Aster aparcó el auto justo enfrente de la estación de policía y todos bajamos apresurados.

Cuando entramos Kevin se quedó con Mich en una mugrienta sala de espera con un sillón probablemente de proveniencia dudosa.

Aster y yo apresuramos el paso hacia el mostrador donde nos encontramos con un oficial de policía obeso y con una caja de docena de donas en su escritorio. Vaya, pensé que eso solo se veía en las películas.

El oficial no dijo nada cuando nos vio parados enfrente, solamente nos dedico una mirada que decía "¿Se les ofrece algo?"

-Connor Kane, fue arrestado hace unos minutos por agresión- le dijo Aster.

-¿Son familiares?

-No, pero...

-Solo familiares.

Aster y yo le agradecimos por su gran y amable ayuda y nos alejamos del mostrador directo hacia la sala de espera donde están Mich y Kevin sentados.

-¿Qué procede?- le pregunté a Aster con un tono preocupado.

-Ya le estoy escribiendo a su papá. Por suerte es un buen tipo, seguro lo entenderá si se lo explicamos.

Cuando Aster dejó el celular un suspiro de agotación abandono su cuerpo.

-Ya viene.

-¿Quién? ¿Su papá?

Asintió con la cabeza, parecía que ya ni siquiera podía soltar una palabra por todo lo que nos a traído este problema.

Esperamos aproximadamente una hora en silencio en la sala de espera de la estación cuando el celular de Aster vibró.

-Ya llegó- se levantó del sillón y se dirigió hacia la entrada por donde había entrado un señor alto, con canas en el cabello y fracciones un poco arrugadas. El papá de Connor.

Observé durante esos minutos a Aster explicándole lo ocurrido a él papá de Connor que sólo asentía con la cabeza y negaba de vez en cuando.

Se le veía un poco decepcionado.

Cuando terminaron de hablar los dos caminaron hacia nosotros. Me levanté del sillón.

-Vaya, mi chico enserio no se deja de meter en problemas ¿verdad?- bromeó.

Diario de un ColumpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora