"Sonidos"
Fuertes, resonantes, sonidos...
En mi percepción yo había vuelto a la cama después de pasar la tarde con Aster, llegó la noche y me quedé dormida en mi cama.
Estaba fundida en un largo sueño cuando escuché sonidos...
Algo me despertó y brinqué desconcertada de la cama.
Mi celular sonaba y vibraba en la mesita a lado de mi cama.
No había puesto ninguna alarma y todavía no era de día. Mis ojos se abrieron con dificultad, la luz de mi celular me cegó.
Cuando me acostumbré a el brillo noté que era alguien llamándome.
-¿Hola?- contesté, mi voz se oía cansada.
-¡Ale!- la voz a el otro lado del celular se oía preocupada, ansiosa.
-¿Kevin? ¿Qué pasó?- me levanté de la cama frotandome la frente con cansancio.
-Es Mich.
-¿Mich? ¿Qué ocurre con ella?- todavía no procesaba muy bien lo que estaba pasando.
Kevin se tardó en contestar, su voz agitada y su desesperación, parecía que estaba concentrado buscando algo. Cuando Kevin se estresaba o entraba en crisis no era nada bueno.
No razonaba correctamente y su respiración se agitaba más de lo normal.
Me preocupaba que le diera un ataque de ansiedad; tenía que hacerlo reaccionar.
-¡Kevin! ¿Qué ocurre?
-E..Es Mich, yo, no la encuentro por ninguna parte. La última vez que la vi estaba hablando con Logan Tedson.
Mi ceño se tornó a uno de preocupación.
-¿Cómo qué no la encuentras? ¿Siguen en la fiesta? ¿Estás borracho? Kevin, escúchame bien, necesito que la busques en todas las habitaciones, baños o espacios cerrados de esa maldita casa ¡Ahora!- No podía aclarar mis pensamientos, estaba tan alterada con lo que me había dicho Kevin.
-No puse atención a la mitad de tus preguntas infinitas, solo sé que no encuentro a Mich.
-Kevin, necesito que me escuches, así que presta atención.
-S..sí ajá.
-Necesito que me mandes tu ubicación para poder ir a ayudarlos.
-Pero Ale, ya es muy tarde y...
-¡Solo mándame la maldita ubicación Kevin!
-Voy, ahorita te la envío.
-Voy para allá.
Colgé la llamada, me levanté de mi cama; busqué en el suelo de mi habitación los pantalones que había usado ayer, agarré una sudadera cualquiera de mi armario.
Bajé silenciosamente las escaleras de mi casa para que mamá no despertara y se diera cuenta.
Logré salir de mi casa. Cerré lenta y cuidadosamente la puerta para que no hiciera ruido.
Mi celular vibró en el bolsillo de la sudadera que traía puesta.
Lo prendí y revisé los últimos mensajes que me habían llegado.
*Kevin mandó su ubicación actual*
Excelente, ahora solo tenía que apresurar el pasó, para poder llegar caminando a la fiesta, que estaba no tan lejos de mi casa.
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Diario de un Columpio
RomanceUn Columpio. Un niño inmaduro. Una niña tonta. Un pasado enterrado que volverá a unirlos después de tantos años de no haberse visto a pesar de ser prácticamente vecinos desde los cinco y seis años. ¿Casualidad? ¿Destino? ¿Coincidencia? Aster Glen e...