Capítulo 21

5.3K 674 450
                                    

"1000 razones por las cuales Mich y Connor son shippeables"

La canción terminó, Aster y yo sonreímos.

Terminamos separándonos y pude admirar una vez más sus pecas, su sonrisa, sus ojos y su cabello.

-¿Ya te mencioné que me gusta muchísimo tu cabello de zanahoria?- dije divertida mientras le revolvía el cabello con mi mano.

-No, pero recuerdo cuando me decías así cuando éramos niños y te hacía enfadar.

-Zanahoria deforme- recordé con una sonrisa de nostalgia.

-Odiaba ese apodo.

-Oh, tú sólito te buscaste mi adorable apodo.

Reímos. Si cuando era niña me hubieran dicho que en el futuro estaría completamente enamorada y recordando viejos momentos con el zanahoria de mi vecino, me estaría riendo a carcajadas pensando que sería un mal chiste.

-Hablando de zanahorias... voy con la otra pelirroja a ver como se la está pasando.

-Sí, te acompaño, yo voy con Connor.

Nos acercamos poco a poco y pude percibir una gran charla y una sonrisa llena de brillo en Mich.

Cuando llegamos me coloqué detrás de Mich y cubrí sus ojos con mis manos.

-¿Quién soy?- dije alterando mi tono de voz para que no fuera tan obvio mi presencia.

-Déjame adivinar. Manos más chiquitas que las de un niño de siete años, suave olor a vainilla.... ¿Alesita, eres tú?

-¿Enserio es tan obvio?- me quejé devolviendole la vista a Mich.

Mich, Aster y Connor rieron al unísono.

Hablamos un poco entre los cuatro y después Mich y yo nos alejamos para ir por una bebida, pero sobre todo para el chismesito.

-¿Fue tu idea invitar a Connor?- dijo con un gesto de emoción y nervios.

-Mía y de tu hermano.

Mich palideció.

-Tranquila, él sigue sin saber absolutamente nada- sonreí -Es muy tonto como para darse cuenta.

La cara de Mich volvió a su color normal.

-Mejor. Si Aster se entera que su hermanita menor siempre tuvo un flechazo por su mejor amigo de toda la vida...- dijo negando con la cabeza.

Llegamos y nos servímos bebidas. Mich y yo chocamos los vasos y bebimos.

En menos de segundos Aster venía hacia nosotras en velocidades inexplicables y Connor literalmente corriendo detrás de él.

-Oh no, no en mi jardín, pelirroja- le dijo a Mich quitandole el vaso de las manos.

-¡Oh porfavor! ¿Enserio Aster?

-No vas a beber alcohol. Eres una niña chiquita.- bebió del vaso de Mich.

Oh esto se iba a poner muy bueno.

Diario de un ColumpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora