"Mi estrella de día y de noche"
Oh. Por. Dios.
Vaya. Él había sido. Todo este tiempo fue él.
Aster fue el despiadado ladrón.
Mi bici. Mi preciosa y hermosa bicicleta estaba a centímetros de mí.
Todo esté tiempo Aster la tuvo.
Me acerqué lentamente a ella y la admiré. La había dado por robada y pensé que jamás en mi vida la volvería a ver. Que jamás iba a volver a sentir la sensación de libertad que me provocaba andar en ella.
Claro eso no me afectó tanto ya que llegó el pelirrojo con su auto, su sonrisa y sus bellas frases a brindarme lo que mi bicicleta me daba.
Pero él me enseñó muchísimo más.
-Porfavor no me pegues.
Y como en todos los casos, le lleve la contraria y le pegué en el brazo.
-Auch- se quejó y lo penetré con mi mirada amenazadora -Está bien me lo merecía- subió sus manos en un gesto de rendirse.
-Fuiste tú- seguía sin soltar mi mirada de mi bicicleta -Todo este tiempo fuiste tú. Tú la tomaste del callejón.
-Sí, supongo que sí.
-¡¿Supones?!
-Oye no me culpes. Vi la oportunidad y la usé. De alguna manera necesitaba acercarme a tí, y cual mejor que robar tu bici y ofrecerme como chófer.
-¿¡Esa es tu brillante forma de ligar con una chica!?
Asintió encogiendosé de hombros.
-Vaya Aster Glen, en verdad tu imaginación va más allá de los límites estructurados.
-¿Qué puedo decir? Soy un genio, querida- hizo una reverencia.
Reí y me acerqué más a mi bicicleta, la toqué con la palma de mi mano y la admiré.
-¿Por qué me la entregas ahora?
-Bueno esa es una muy buena pregunta, mi querida Tonta. Ahora que porfin estamos juntos y mi plan salió a la perfección. Quería dártela, pero con una condición.
-¿Qué condición?
-Voy a seguir siendo tu fiel chófer.
-Está bien.
-¡Oh vamos! por favor no va a ser tan....- se quejó, pero paró en seco -Espera ¿Qué acabas de decir?
-Que está bien.
-Vaya, fue más fácil de lo que creí.
Seguía sin apartar la vista de mi preciosa bicicleta. Todavía no me lo creía.
-¿Todo este tiempo la tuviste aquí, cautiva?
-Nah- negó con la cabeza divertido -Hace unos segundos la hice aparecer con mi varita mágica.
Le lanzé una mirada despectiva.
-¿No me crees? Sangre sucia inmunda.
-Muggle
Abrió la boca en forma de <<O>> y se llevó una mano al pecho como si lo hubiera apuñalado justo en el corazón.
-Auch. Eso fue un golpe bajo.
-Bueno, si no es de mucha molestia para el ladrón, me llevaré mi bicicleta lejos de aquí- dije tomando entre mis manos el manubrio para guiarla fuera de la pequeña bodega.
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Diario de un Columpio
RomanceUn Columpio. Un niño inmaduro. Una niña tonta. Un pasado enterrado que volverá a unirlos después de tantos años de no haberse visto a pesar de ser prácticamente vecinos desde los cinco y seis años. ¿Casualidad? ¿Destino? ¿Coincidencia? Aster Glen e...