"Cuando la noche deja de brillar"
~Aster~
-¿Lo ves? No fue tan difícil.- giré mi cuerpo sobre el asiento de mi auto para poder ver bien a mi hermanita.
Se encogió de hombros y me dedicó una sonrisa sin brillo -Sí, supongo- agachó la cabeza.
-Hey- dirigí mi mano hacia su barbilla para levantar su cabeza -Ya pasó, y aquí estoy y estaré siempre para ti.
Asintió con la cabeza y me estiré para abrazarla.
-Te quiero- susurré sobre su hombro.
-Yo más y gracias.
Nos separamos y salió del auto para meterse en nuestra casa.
Tomé mi celular y envié un mensaje de texto.
~Alessandra-
Estaba a punto de salir de mi casa cuando mi celular empezó a vibrar en mi mano
Inmaduro: Ya te estoy esperando afuera ;)
Yo: No me tardo :)
Agarro rápidamente mi copia de la llave de mi casa. Sé que mamá esta noche tiene guardia en el hospital y no llegará hasta mañana por la mañana.
Salgo de mi casa casi corriendo. No se si es por el hecho de que me emociona ver a Aster o porque vamos tarde.
Él, como siempre, me espera recargado en el coche del copiloto mirando distraídamente su celular.
-Hola- saludó entusiasta.
El inmediatamente apaga su celular y me ve con una sonrisa en su rostro.
-Hola, tonta.- acorta la distancia entre nosotros y me la un beso corto en los labios.
Y aún así, con tan poco, Aster Glen logra causarme mariposas en el estómago.
-Hola- me veo forzada a mirar hacia arriba gracias a la altura que me lleva Aster.
Él abre la puerta para mí -lo cual ya no me sorprende- y me introduzco dentro de su auto.
Pasamos el camino de ida a la librería entre charla y un poco de karaoke, donde cabe aclarar que ninguno de los dos somos profesionales y claramente cantamos como dos mamuts en apareamiento.
Pero eso no nos incomoda, al contrario, me siento mejor cuando estoy cerca de él. Me siento más segura y en casa. Como si todo lo malo de la nada se esfumara.
Cuando llegamos al trabajo y salimos de auto, ya nos esperaba dentro de la librería un entusiástico Kevin.
-Señoras y señores, Madame y Monsieur con ustedes: La reunión oficial del club de los empleados aburridos que por opción propia trabajan en una librería.- hizo una extraña reverencia y soltamos una risa.
-Cabe aclarar que yo entré a trabajar aquí solamente para poder estar más cerca de ella- Aster interrumpe revolviéndome el cabello.
-Eso no le quita lo de la opción propia, mi querido y estimado zanahorio- Kevin le guiña el ojo y yo sonrío dirigiéndome aún con mi cabello revuelto hacia el pelirrojo.
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Diario de un Columpio
RomanceUn Columpio. Un niño inmaduro. Una niña tonta. Un pasado enterrado que volverá a unirlos después de tantos años de no haberse visto a pesar de ser prácticamente vecinos desde los cinco y seis años. ¿Casualidad? ¿Destino? ¿Coincidencia? Aster Glen e...