Capítulo 15:

93 11 5
                                    

Estuve un buen rato metida en el baño, sinceramente no hice nada más que preguntarme cosas a mí misma. Alguien tocó la puerta y eso fue lo que me devolvió a la realidad.

-¡Un momento! -me levanté del suelo, no sé como acabé ahí.

-¿Qué hacías metida ahí tanto tiempo?

-Uy Max ¿de verdad lo quieres saber? -intentaba animarlo, aunque realmente no hubiese hecho nada en el baño, sacarle una sonrisa por una tontería me alegraba. Se empezó a reir por el comentario.

-¿Pero qué coño...? - empecé a reirme escandalosamente cuando ví a todos jugando al twister, sí, al twister, hacía mil que no veía ese juego, y me hacía más gracia cuando veía a Jay restregándole el culo en la cara a Tom.

Me dí cuenta de que no estaba Nathan ni su zorrita al lado, porque eso era, una zorrita. Tan teñida y operadísima. Es que me tenía que caer mal. Si por lo menos fuese algo maja, pero es que me habla con asco como si yo le hubiera hecho algo. Perder el tiempo con ese tipo de gente no merecía la pena.

-Venga ¡teneis que jugar con nosotros!

Max y yo nos unimos al juego. La verdad, con estas cosas a veces te lo pasas mejor que haciendo cualquier otra cosa.

Mientras que jugábamos me olvidé de Nathan. Sí, era sorprendente eso últimamente porque lo tenía en mi cabeza constantemente. No sé por qué. Seguro que era porque me confudía su comportamiento, sí seguramente por eso.

Duró poco mi tranquilidad cuando Nathan volvió al salón. Esta vez no estaba la chica.

-¿Y tu polioperada? -le pregunté cuando pasó por mi lado. Nadie se dio cuenta, solamente él.

- ¿Y que más te da? -me dijo, pero con una sonrisa de medio lado.

-No si a mí me da igual. Es por tu bien porque te podría haber aplastado con toda la silicona que lleva.

Se le fue la sonrisa. Esta vez fui yo la que sonreí. Si quería jugar pues jugaríamos. Lo que no me cuadra es que primero somos tan amigos, luego me trata así aquella noche y luego es tan arrogante. A veces es odioso y dan ganas de pegarle. Sí admito que me gustan muchas cosas de él, como su sonrisa, aunque a veces me den ganas de quitársela de un puñetazo, y es que Nathan es demasiado complicado.

-Bueno chicos yo me voy. -dije levantándome del suelo, ya que estábamos colocados haciendo un círculo en el suelo.

Nos despedimos y me fui al apartamento. Estaba cansada, sólo quería dormir.

****

Me levanté el jueves más cansada de lo normal. No entiendo por qué si no hago nada para cansarme. Tenía que ir a casa de la pequeña Lucy, la tendría que cuidar por la mañana y por la tarde.

Sonó el timbre cuando Lucy y yo estábamos viendo la tele, a Lucy no le apetecía ir al parque debido al frío y a mí tampoco me apetecía salir la verdad.

-¿Qué haceis aquí? -dije sorprendida mientras le hacía una señal con la mano para que pasaran.

-A ver a Lucy. -dijo Jay.

-Y también hemos venido a recogerte para que te vengas con nosotros ahora cuando termines.

Cuando la pequeña Lucy los vio fue corriendo a abrazarlos.

-¿Y los demás? -pregunté intrigada.

-Están en casa de Nathan.

-Vale, voy a coger mis cosas que Kate debe estar a punto de llegar.

****

Llegamos a casa de Nathan entre risas y tonterías. Genial, no nos abría nadie. Alguien empezó a llamar por teléfono a Jay.

-¿Qué? No puede ser. ¿Dónde está? Vale. -estaba pálido y su cara cambiaba de angustia a terror en cuestión de segundos.

-¿Qué pasa Jay? -Siva y yo le preguntábamos pero no reaccionaba.

-¡Jay! -dijo Siva zarandeándole desesperado.

-Nathan ha tenido un accidente. Está en el hospital.

----------------------------------------------------------------------------------------

¡Hola peques! Siento que los capítulos sean tan cortos pero es que no tengo inspiración :( ¡Espero que os guste la novela! Si es así ya sabeis...¡votos y comentarios! Un beso enorme ♥ ¡Muchas gracias!

Invincible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora