Capítulo 22:

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-¡Hola idiotas! ¡Hola peques! -dije refiriéndome a los chicos, a Anna y a la pequeña Lucy, que por cierto la veía más mayor, sólo hace dos semanas y media que me fui pero la veo cambiada, llamadme paranoica.

-¿Qué tal por esas américas? -dijo Tom sonriéndome a través del Skype.

-Genial y de eso quería hablaros... -dije y ellos me miraban expectantes. -pero ¿vosotros qué tal?

-Oh no, ahora lo dices, nosotros genial ya lo sabes, ahora dilo. -dijo Jay muy rápido.

-Bueno pues veréis... me voy a quedar aquí un mes más y quien sabe...puede ser que dos. -no sé si reaccionarían bien o mal o a saber. Quizás les moleste o no. Se quedaron todos en silencio, algo muy raro en ellos.

-Alice...yo te echo de menos... -dijo Anna apenada y mirando al suelo,rompiendo el silencio. -pero sé que estás allí porque realmente te gusta y quieres hacer ese trabajo así que si tu estás feliz con eso yo también. -dijo mirándome y sonriéndome, no era una de sus mejores sonrisas pero sabía que se alegraba por mí, por eso la quiero tanto.

-Opino lo mismo. -dijo Siva. -Si tu estás feliz nosotros también, es tu trabajo y te entendemos ¿verdad chicos? -todos asintieron y me sonrieron. Solté un suspiro de alivio, no sabía que estaba conteniendo el aire.

-Ven a visitarnos pronto. -dijo Jay. -que ya sabes...yo también te echo de menos y eso. -dijo poniendo un puchero adorable.

-Claro que sí, iré en cuanto pueda y ya sabéis si tenéis un hueco podéis veniros aquí, aunque sé que está lejos y todo eso.

-¡Tu casa es nuestra casa! -dijo Tom con cara de niño pequeño.

Seguimos hablando y pude darme cuenta que Max junto con Nathan y Anna hablaban bastante poco por no decir nada. Se les veía algo tristes y Nathan estaba tan despistado aunque de vez en cuando sonreían pero se comportaban tan extraño. Luego hablaría con Anna, quizás había pasado algo y yo no me había enterado.

NARRA ANNA:

Me desperté al notar que algo se movía debajo de mí. Nathan estaba inquieto.

-¿Pasa algo Nath? -dije girando la cara para mirarlo. Por favor, es que hasta recién despierto es guapísimo, a saber que cara tendría yo en esos momentos.

-No tranquila, estoy bien. -dijo volviendo a poner mi cabeza en su pecho mientras me acariciaba unos mechones de pelo. -¿Puedo preguntarte algo? -lo noté algo dudoso.

-Claro, pregunta.

-Recuerdo que un día te despertaste de golpe cuando tuviste una pesadilla y se te veía aterrorizada. -me puse tensa, sabía perfectamente por donde iba el tema. Asentía mientras él hablaba. -¿Tienen algo que ver con Derek? -me quedé en silencio, a estas alturas no debería escondérselo, era obvio. -Lo siento...no debería habértelo preguntado.- dijo al notar mi silencio.

-Sí, en todas está Derek, a parte de cosas que mi mente inventa, cosas que temo demasiado. -dije bajando el volumen. -Nunca he hablado de ello. -dije y me volví a girar para mirar esos grandes ojos verdes. -Pero tú serás la primera persona a la que se lo cuente.

-No es necesario Anna...yo quiero ayudarte y protegerte, ya lo sabes. Si no estás preparada para hablar de ello no es necesario.

-Nathan, lo haré, pronto. -No pude evitar sonreír al verlo tan atento en mí y él relajó el rostro y me devolvió la sonrisa posando su mirada en mis labios.

****

NARRA NATHAN:

Me prometí a mí mismo no enamorarme más desde el momento en el que lo dejé con Katy. Sí Katy es la polioperada según Anna.

No podía creer ni yo que lo nuestro hubiera acabado. Yo estaba enamorado de Katy o eso pensaba. Cuando lo dejamos me enfadé al principio, demasiado, al darme cuenta de que ella lo había echado todo a perder, pero conforme pasaba el tiempo dejaba de importarme a una velocidad increíble, ahí fue cuando dudé si realmente estaba enamorado de ella o simplemente estaba acostumbrado a tener novia y tenerle algún cariño. Sabía desde un principio que Katy era un poco fresca y demasiado estaba durando sin ponerme los cuernos. Tengo muchas cosas que criticar de ella pero también pasé muy buenos momentos a su lado.

Apareció Anna. Sí. Es complicada, muy complicada pero eso es justamente lo que me encanta de ella. No quiero confundir sentimientos ni precipitarme pero siento una necesidad terrible de estar a su lado en todo momento, de protegerla, de ayudarla. ¿Qué coño te está pasando Nathan? Tú eres adicto a las tías me decía mi subconsciente, pero por primera vez no tenía necesidad de estar con más chicas solo con ella.

****

Había despertado con Anna y estuve en mi mundo toda la mañana dándole vueltas al tema de las pesadillas de Anna. Hablamos con Alice y su noticia nos hizo estar más callados aún, si es que era posible. Max estaba igual que Anna y yo ¿qué le pasaba? Pues yo juraría que es por Alice porque le cambió la cara en cuanto Alice dijo que se quedaría allí más tiempo aunque intentaba disimularlo. Lo conozco bien y aunque parezca un ignorante soy el más observador de todos.

Tom, Jay y Anna se quedaron en mi casa después de comer y los otros se fueron a sus respectivas casas a dormir porque estaban echos polvo por la noche anterior ya que ellos se quedaron mucho más que nosotros. Fui a la cocina y cuando volví me econtré con Anna subida en la espalda de Jay mientras que corrían por todo el salón intentando coger a Tom que parecía estar adueñado del mando de la tv. No pude evitar reírme al ver la situación.

-¡Acorrarlarlo! -dije mientras yo iba por el lado contrario para acorralarlo.

-¡Bien hecho Nath! -dijo Anna chocándome la mano cuando cogí el mando de la mano de Tom.

-Sois más que yo...¡es normal que me lo quitéis!

-Pobre Tom... -dijo Jay con una cierta ironía en su tono y sentándose en el sofá.

****

NARRA MAX:

Realmente me sentía deprimido. Creo que nunca me he sentido así. Siempre estoy feliz y mis sonrisas son todas verdaderas justo lo contrario a como son ahora. Alice me estaba matando... Necesitaba tomar el aire y despejarme de todo el mundo. No quería que nadie se diera cuenta de mi estado pero sé que Anna ya lo sabía, ella me preguntaría luego.

No quería echar a perder mi amistad por la culpa de mis sentimientos, por mí culpa. Ella no me quería, tenía ese presentimiento. Solo me ve como uno de sus mejores amigos, más bien como su mejor amigo, pero hace unos días que no hablamos y quería convencerme a mí mismo que era porque tenía mucho trabajo.

Salí a la calle, a andar lo más lejos posible pero el móvil me devolvió a la tierra dejándome con la boca abierta al ver el nombre que ponía en la pantalla Alice ♥ Sí es un poco afeminado pero ella me tenía puesto un corazón también.

-¿Alice? -Oh que tontería, sabes perfectamente que es ella ¿eres inútil?

-Hola Max...¿Qué tal? ¿todo bien? -la notaba algo nerviosa pero yo no m quedaba atrás.

-Sí, bien de momento. ¿y tú? ¿estás bien? ¿pasa algo?

-Bien Max. Estoy algo liada con el trabajo y por eso no he podido hablar contigo mucho. ¡Lo siento!

-No te perdono. -dije haciéndome el enfadado.

-¿Ah no? Yo creo que sí...y si no ya te haré sufrir para que lo hagas. Ya sabes. -pude notar como sonreía. La tensión estaba desapareciendo.

-¿Cosquillas? ¡No por favor! ¡No puedo con eso!

-Tú te lo has buscado. -dijo firme pero estaba divertida.

-¡Está bien! Te perdono pero porque te quiero que si no... -se echó a reir y después volvió el silencio así que lo rompí dándole más tensión al asunto. -Alice.

-Dime.

-Cuando nos veamos quiero hablar contigo de algo.

Era hora y estaba decidido no podía comerme la cabeza más y necesitaba saber que pensaba ella.



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