Invincible.

Capítulo 3:

Por la manera en que me lo dijo pensé que estaba arrepentido o quizás decepcionado por algo. No sabía lo que le pasaba pero fuera lo que fuera tenía que llevármelo de allí. No lo conocía pero tenía la sensación de que debía sacarlo de allí.

-Vámonos, estar aquí no te va a solucionar nada.

Él no dijo nada, solo me hizo caso y me siguió hasta fuera, cogí su mano para no perderlo y él me agarró fuerte, por el simple hecho de que no podía dar ni dos pasos solo. Intenté buscar a Alice pero no la encontraba por ninguna parte asique decidí irme y avisarla luego.

-¿Dónde vives?

-No me acuerdo.

-Vamos, acuérdate o no llegaremos nunca a tu casa.

-Es que...

Y empezó a vomitar. Estas cosas me pasan por meterme en cosas que no me llaman, igualmente iba a ayudarlo. Lo llevé hacia una zona mas apartada y esperé a que terminase. Decidí que lo llevaría a dar una vuelta para que le diese el aire y así despejarse un poco y por lo menos acordarse de su dirección. Se acordó y pude pedir un taxi para poder llevármelo. No lo dejaría solo, porque entonces no llegaría a su casa. 

-Dame las llaves.

-No.

-Dame las llaves de la casa...

-No sé quien eres y no te voy a dar nada.

No me dejó más remedio que buscar en los bolsillos , y aunque intentó resisitirse acabé encontrándolas, porque en el estado que iba cualquier resistencia sería poca. Abrí la puerta e intenté encontrar la luz. El piso era enorme la verdad, me dio tiempo a ver poco pero fue suficiente. Lo llevé a la primera habitación que vi y como estaba claro que no lo iba a desnudar, lo metí en la cama con lo que llevaba y lo tapé. 

La situación era bastante extraña. En mi vida lo había visto, pero sentía que lo tenía que ayudar como si fuera alguien a quien conozco de siempre. Alomejor no lo veía más, pero por lo menos hoy ha llegado vivo a su casa. Mañana este chico, del que aún no sé su nombre, no se acordará de nada ni tampoco de como llegó hasta su casa.

Salí de allí y llamé a Alice para que no se volviera loca buscándome. 

-Alice, me fui hace un rato, mañana te explico. ¡Pásatelo bien!

-Tranquila, mañana te cuento yo también, ¡Te quiero!

Cogí otro taxi para llegar a casa y cuando llegué me tiré en la cama como si no hubiera dormido en un mes. Aunque pensándolo bien no había descansado mucho por la mudanza y todo eso.

No paraba de darle vueltas a lo que el chico me había dicho.

-Sí, estoy muy solo.

Podía imaginarme miles de cosas que le podían haber pasado. Alomejor era una ruptura de pareja que alomejor podía ser que había perdido a sus amigos o que alguien querido se hubiera muerto. Incluso podría haber sido una bajada de ánimos por las consecuencias del alcohol, aunque estaba allí solo y sin ninguna señal de felicidad, se le veía que solo había ido para beber y poder huir de lo que fuera que le pasara. Decidí no darle muchas más vueltas al tema y descansar, porque lo necesiaba.

****

Me desperté a las 13:00, más cansada que como me acosté, y tenía un poco de dolor de cabeza aunque eso se solucionaba rápido con alguna pastilla que tuviera por allí. Decidí vaguear lo poco que quedaba de mañana y llamar a Alice para quedar después. Quedamos en que me iba a enseñar el lugar donde trabajaba y luego miraríamos por Internet algún que otro trabajo para mí que no hubiera buscado yo ya.