Fui corriendo a casa, no me importaba nada, me había dado el bajón y realmente me importaba lo que Nathan pensara. Abrí la puerta como pude, ya que no veía nada por las lágrimas que tapaban mis ojos y fui directa a mi cama. Me derrumbé totalmente. ¿Dónde estás mamá? La necesitaba más que nunca y ya no estaba.
Me llegó un mensaje de Jay diciéndome que él llevaría a Lucy a casa. Se me había olvidado por completo. Empezó a llamarme.
-¿Anna?
-Si Jay, ¿pasa algo? -le dije con la voz algo ronca.
-Es a ti a la que le pasa algo y voy para tu casa.
No me dio tiempo a contestarle, no sé si quería que viniera. Realmente estaba haciendo un drama de esto, seguro que no era para tanto. Si me dolía lo que Nathan me dijo en ese momento y lo que hizo en la discoteca será porque me importa de verdad, incluso sentiré algo por él pero prefiero apartar esa idea antes que hacerme daño, aunque cueste. Tocaron la puerta y debido a la lentitud con la que fui a abrir volvieron a tocar.
-Ya va, ya va.
Para mi sorpresa en la puerta estaba Max, algo impaciente, más bien nervioso.
-¿Qué pasa Max?
-Lo primero, ¿por qué saliste así? ¿qué te pasó?
-Anda pasa y siéntate. Primero cuéntame por qué has venido realmente.
-He venido para ver que te pasaba Anna.
-Eso no se lo cree nadie y se que vienes por el tema de Alice. -se rió ante mi comentario y yo tampoco pude evitarlo.
-Pues es que...yo, a ver...
-Te encanta Alice y quieres matar a todos los que se acerquen a ella.
-Ella no se da cuenta de que...bueno eso, que me gusta y llevo así desde algunos meses después de que llegara.
-Y os liasteis alguna vez.
-Sí. Para ella no significaba nada y para mí....ya sabes. -quedó un silencio algo incómodo y Max cambió el gesto, más triste. -A lo que venía era para ver si podías ayudarme a arreglar la que lié antes de que se vaya...
-Puedo ayudarte, pero ten en cuenta que ella está muy confusa y se enfadó porque no sabía el por qué de tu reacción. Asique vamos a hacer lo siguiente: vas a ir a su casa y le vas a pedir disculpas pero no le digas nada de lo que sientes. Si realmente quieres decirselo espérate a que vuelva y tú te aclararás al igual que ella.
-Sí vale, eso está bien. No estoy seguro de querer decírselo, asique en el mes que ella no esté será cuando realmente me de cuenta de si la quiero de verdad o no.
-¡Joder Max! que raro se me hace verte hablar de amor y mira que te conozco poco...
-¡Para mí es difícil hablar de esto! No me pega para nada... -dijo negando con la cabeza, pero parecía más feliz.
-De repente me he convertido en consejera del amor, cosa que a mí tampoco me pega nada porque lo que se dice bien en el amor...no me ha ido. -dije riéndome ante mi propio comentario y acabé contagiando a Max.
-Bueno Anna, ¿qué te ha pasado hoy?
-Ya te lo contaré, no me apetece hablar de eso ahora...
-Vale, en cuanto te apetezca ¡estoy a tu disposición! -dijo levantándose del sofá.
Lo acompañé hacia la puerta y nos despedimos. Ya era tarde asique suponía que Jay ya no iba a venir. Lo llamé para asegurarme de que no le había pasado nada. No había venido a casa porque se encontró con Kate cuando iba a venir y se quedó cenando con ella asique no pudo avisar.
Iba a irme a dormir porque estaba demasiado cansada, solo quería que acabara el día, pero alguien tocó a la puerta, a saber quien sería ahora. Estaba lloviendo y era tarde. Cuando abrí la puerta mi cara era un poema.
-¿Qué coño haces aquí? -le dije cruzandome de brazos y apoyándome en el marco de la puerta.
-Necesito hablar contigo.
-No hay nada que hablar. Ya me lo has dejado todo claro hoy.
-No te he dejado nada claro. Por favor déjame pasar y vamos a aclarar las cosas.
Entramos a casa y le guié hasta el salón.
Reconozco que quería arreglar las cosas, quizás no debí tomármelo todo tan a pecho, pero es que yo no quiero ser el segundo plato de nadie. Tampoco quiero que se arrepienta de lo que hizo, si lo hizo sería por alguna razón.
Al ver que no decía nada empecé a hablar.
-Nathan, tu eres el que tienes que hablar. Empieza.
-Yo lo siento. No me arrepentí de besarte y tampoco quiero que pienses que te tengo ahí para cuando me quiero liar con alguien. No sé si me entenderás o no, pero lo hice porque pensé que así se me olvidaría un poco todo, y así fue mientras te besaba. Después fui un idiota y no tuve ni la cara de mirarte, ni de hablarte, porque de verdad, estaba hecho un lío.
-Un pedazo de cobarde, vamos.
-Si si, pero que por esto, no me gustaría dejar de ser tu amigo porque la verdad es que fuiste la primera y única en ayudarme cuando te enteraste de lo que pasó.
-Nathan, yo no quiero dejar de ser tu amiga pero es que lo hiciste mal, hiciste mal lo de ni mirarme ni hablarme y encima no querer hablar. Ese comportamiento no tenía sentido. Una cosa es que te líes conmigo y luego estés normal y al día siguiente como si no hubiera pasado nada que lo que hiciste.
-Ya, por eso lo siento.
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Invincible.
FanficMi madre siempre me decía que si tenía sueños tendría que hacer lo que fuera para cumplirlos. Mi madre me decía que si alguien pensaba que lo que yo quería era imposible tendría que demostrar que es posible. Pensé que mi vida ya no tenía sentido y q...