Capítulo 24:

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-¡Mierda! ¡Me queda un cuarto de hora! -dije yo sola gritando por la casa y apresurándome.

Me arreglé aunque nada excesivo, no sé a donde iríamos pero no tenía mucho tiempo y no me apetecía nada estar mirando qué ropa ponerme.

¿Por qué estaba nerviosa? No sé, debería estar acostumbrada a él. Me sentía inútil por estar nerviosa ¿acaso eres una niña Anna?


-¡Timbre, timbre, timbre! -dije peinándome y cogiendo el bolso.

¿Por qué es tan guapo? ¡Qué injusto! Todo le quedaba bien, incluso el traje más ridículo que se os pase por la cabeza.

-¿Es qué te has hecho la maratón antes de abrirme la puerta o qué? -dijo Nathan riéndose, mostrando esos bonitos dientes que cada vez me gustaban más, ¡No Anna! Apenas se te nota que te encanta él entero.

-Hola a ti también Nathan. -dije cogiendo aire y enderezándome cosa que a Nath le hizo más gracia. -¡Oh venga! Deja de reírte de mí y dime a donde vamos.

-Vamos al estudio y no te diré más.


Asentí y me vino el recuerdo de cuando tuvo el accidente yendo al estudio. Me quité esa idea de la cabeza aunque me aterraba que a él le volviera a pasar eso y también a mí. Pero no iba a dejar que ocurriera.

Nos subimos al coche de Jay porque el de Nathan estaba en el taller y como había algo de silencio se le ocurrió la bendita idea de poner música. En estos momentos quería demasiado a la radio por quitarle algo de tensión al asunto.

Llegamos al estudio y Nath me cogió de la mano para que lo siguiera rápido.

-¿Por qué corremos?

-No se puede estar aquí a estas horas.

-¿Y por qué venimos entonces?

-Yo siempre vengo aquí cuando lo necesito aunque sean las 4 de la mañana.

Pasamos por un callejón, algo oscuro, y llegamos a una puerta vieja.

-Aquí estás... -dijo sacando una llave del bolsillo trasero de su pantalón y sacando la lengua como símbolo de concentración cosa que me causó una sonrisa. -Dame la mano. -dijo tendiéndomela y mirándome a los ojos. De repente pasa a ser el típico chico malo de instituto con su tono autoritario. Lo parecía con su chaqueta negra de cuero y su actitud,cosa que debo reconocer que me encanta.

Me llevó por un pasillo por el que no había luz y noté como cerraba la puerta tras de sí. Le apreté la mano porque esas cosas me asustaban o más bien me ponían en tensión. De repente encendió la luz y cuando quise abrir los ojos tenía a Nathan a milímetros de mi cara. Sólo nos mirábamos y no me incomodaba para nada su mirada de hecho tenía unas ganas de besarlo enormes. Empezamos a andar hacia atrás y choqué levemente con una pared. Se acercó más a mí, rozando mis labios.

-Necesito hacer esto. -dijo en un susurro.

Dicho eso acercó sus labios a los míos y empezó a besarme, mordiendo suavemente mi labio inferior y apretándome mi cintura contra él. No había ni un solo milímetro de distancia y parecía como si hubiera echado de menos sus labios por años. Le seguí el beso con las mismas ganas que él y finalmente nos separamos cuando necesitamos un poco de aire, quedando con nuestras frentes pegadas y la respiración algo agitada.

-Y ahora vas a escuchar como Sykes te canta. -dijo apartándose y alejándose para meterse a un pequeño espacio dentro de la sala en dirección al piano.

Me quedé ahí parada, asimilando o yo que sé que. Reaccioné y me despegué de la pared para acercarme donde él estaba.

Practicaba con un piano alguna que otra nota y no podía dejar de mirarlo. Se veía terriblemente sexy.

-¿Preparada? -dijo mirándome con una sonrisa.

-Yo siempre estoy preparada. -logré articular.

Su respuesta fue una media sonrisa y yo me senté al lado suyo en el sillón del piano.Empezó a tocar y reconocí esa canción en la primera nota. Just the way you are de Bruno Mars inundaba mis oídos con la maravillosa voz de Nathan. Cerré los ojos saboreando cada palabra, cada sonido. Realmente lo estaba disfrutando. Abrí los ojos cuando quedaba poco para que acabara y lo miré. Sus movimientos, como disfrutaba lo que estaba haciendo y como cerraba los ojos sintiéndolo. Sí me he puesto demasiado cursi pero era así de verdad.

'Cause girl you're amazing, just the way you are' cantó mirándome a los ojos cosa que hizo que me estremeciera y sonriera como una tonta enamorada.


¿Enamorada? No lo creo. Aún no.


NARRA ALICE:


No entendía porqué Eric se comportó así cuando le hablé de Josh. No puso muy buena cara y parecía estar entre preocupado y enfadado. Tenía que preguntárselo a él ya que con Josh no había cruzado apenas 3 palabras.

Después de haber hecho una sesión algo larga ,ya que terminamos bastante tarde, me dirigí a casa porque de verdad estaba cansada. Sí cansada de ver películas y ver como comía Mike toda la tarde y del trabajo.


No me sacaba los comportamientos de Eric de la cabeza. Parecía que él quería acercarse a mí pero algo se lo impedía. La forma de ser que tiene es una barrera para protegerse o para aparentar cosas que no son. No confía. Quiere acercarse pero acaba siendo el arrogante de siempre. Tenía curiosidad por saber de él, más de las conclusiones que yo puedo sacar en la cabeza. Era misterioso, dejémoslo en ese término. No es por ir de psicóloga pero algo en su vida pasó o pasa para convertirse en lo que es, o quizás solo son imaginaciones mías y le gusta ser imbécil por naturaleza.


****

Sábado, por fin. Tenía ganas. Saldría con Mike y quizás Josh. Mike quería que Josh fuera así que no me iba a negar. Será la primera vez que salga desde que estoy aquí y me apetece despejarme un poco. Creo que será divertido aunque creo que nunca lo cambiaría por las noches con los chicos y Anna. Ver a Jay borracho y hacerle compañía me divertía al igual que cuidarlo. Empezaba a echar de menos las discusiones de Nathan y Anna y a Siva y a Max haciéndole rabiar a Tom y a su felicidad.

Pronto sacaría un hueco e iré a verlos sin que ellos lo supieran. Espero que mi sorpresa les guste.




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