Capítulo 16:

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Tenía una pierna y un brazo escayolados y algunas heridas por la cara. Estaba dormido y me dolía verlo así. Tan indefenso. 

-Solamente pueden haber dos personas. -dijo el médico acercándose a todos nosotros.

Entramos Max y yo. Los demás esperaban fuera y veían a Nathan desde el cristal. 

-¿Qué le ha pasado Max? 

-Tuvo un accidente. Por lo visto iba de camino al estudio y se chocó contra otro coche.-dijo agachando la cabeza y con una voz triste, casi en un susurro.

-¿Pero cómo Max? ¿Por qué iba al estudio sin vosotros? ¿En qué estaría pensando? -me costaba procesar la información.

-Le gusta ir al estudio a componer o cuando quiere estar solo. Nathan tenía que haberle dejado pasar al otro coche pero al ir despistado el otro coche siguió y se chocaron.

Nos quedamos en silencio. No había mucho más que decir. 

-Max, se está despertando. -dije intentado parecer tranquila, pero se notaba mi angustia.

Rápidamente entraron los demás pasando totalmente de lo que les decía el médico. Empatía por parte del médico poca.  Si su amigo acaba de tener un accidente y se está despertando no se van a quedar ahí parados.

-¿Dónde estoy? -dijo cuando por fin abrió los ojos- ¡Ay! -intentó levantarse pero le dolía todo.

-Nathan tranquilo, túmbate. -dijo Jay. Nunca lo había visto tan serio. 

Le hizo caso y Nathan empezó a recordar como le había pasado todo. Nos lo contó más detalladamente y después entró el médico para decirnos las heridas que tenía. Por lo visto era grave, pero podría haber sido peor. Nathan tendría que estar unas cuantas semanas en reposo, incluso un mes para que se cure bien y si se complica algo habría que llevarlo inmediatamente. Luego habría que hacer algo de rehabilitación y todo eso. 

-¿Cuánto tengo que estar aquí? 

-Unos días hasta que podamos subirte a la silla de ruedas y luego te llevaremos a tu casa para seguir en reposo.

Suspiró, al igual que todos nosotros. Nos tranquilizaba a todos que no fuera tan grave y que hubiera sido más un susto, pero Nathan seguía estando herido y todos lo cuidaríamos.

****

Todos los días íbamos alguno a verlo y estar con él. El fin de semana no salimos, no nos apetecía a ninguno y eso era muy impropio de algunos. Me tocó ir a mí sola esta vez, luego iría Siva.

-Hola Nathan, ¿qué tal hoy? ¡Traigo comida!

-¡Por fín! Alguien que tiene compasión, la comida de aquí es un asco.

-Para eso estoy yo ¡para salvarte de esto!

Todos intentábamos hacerle su estancia en el hospital más amena y más animada.

Me quedé sorprendida. Acababa de entrar aquella rubia operadísima a la habitación de Nathan y ni si quiera se dignó a saludar. Menuda guarra...Venía demasiado maquillada y con un escote que no dejaba mucho a la imaginación. Por la cara de Nathan pude comprender que tampoco le hacía mucha gracia que estuviera allí.

-¡Nathan que te ha pasado! ¿Estás bien? -no pude evitar reirme un poco. En su voz había mucha falsedad, tanta que se notaba que había venido a propósito. ¡No puede ni darle un abrazo! Empecé a reirme yo sola escandalosamente al ver a la rubia, la cual aún no sé su nombre, intentando darle un abrazo. 

-¿De qué te ríes niña? -me dijo con sus aires de superioridad, cosa que me hizo reirme más.

Nathan empezó a reirse también. Normal. La chica se cansó de ver el espectáculo y se fue de allí sin despedirse ni de Nathan. ¡Qué le jodan!

-¡No la soporto más!

-Pues te la tiraste.

-Sí pero pensé que no me iba a buscar después.

-Pues lo ha hecho y me da que va a volver otra vez en cualquier momento... 

****

NARRA ALICE:

Llegué a Atlanta y sinceramente no me lo creía. Para mí esto era muy importante, haría lo que más me gustaba y ganaría suficiente dinero para todo. 

Llegué a un edificio gigantesco. Aquí empezaría las primeras sesiones con distintos fotógrafos pero primero tendría que conocer al jefe. Pregunté a la recepcionista porque estaba realmente perdida, eso era enorme, y aún tendría que acostumbrarme. Llegué a la puerta de un despacho que tenía toda la pinta de ser también gigante y más si era de un jefe.

-Buenos días señorita...

-Alice. -dije, intentando ser lo más simpática posible.

-Señorita Alice, genial. Bueno yo soy Jackson, y si nos acabamos llevando bien podrás llamarme Jack. -dijo con una sonrisa en cada momento, parecía majo. -te voy a enseñar algunos sitios donde harás distintas sesiones de fotos y mañana alguna de las pasarelas. Conocerás a distintos fotógrafos y modelos. Te aseguro que vas a estar en muy buena compañía y si tienes algún problema yo estaré para solucionarlo, siempre que pueda claro. 

-Perfecto. ¿Cuándo empezaré con las sesiones de fotos?

-Esta mañana te enseñaré las salas y esta tarde empezarás.

-Genial.

Estaba emocionada, quería esto desde siempre y me sentía feliz. Me faltaban mis amigos y de vez en cuando la familia, pero este trabajo realmente me llenaba.

****

No he parado de pensar en lo que me dijo Anna. Todas las noches hablo con ella y le cuento todo. Ella me cuenta como va Nathan, lamenté no poder ir a verlo, estaba liadísima con todo, me quedé más tranquila cuando me enteré de que no era tan grave y que se solucionaría con un poco de calma. 

Invincible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora