Capítulo 25:

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Aquí estoy preparando las maletas para volver a mi querido Londres, sí, solo estaré una semana pero es mejor eso que nada.

Me despedí de Mike la noche anterior y tuve que aguantar sus advertencias de madre:

-Ten cuidado en el avión.

-Cualquier cosa, llámame.

-No te tires a muchos y si ves a alguno de los míos ya sabes, no dudes en traértelo.

Y así sucesivamente porque no me acuerdo de lo demás.

Me despedí de Josh ayer por la tarde también, bueno no es que me lleve tan bien como con Mike pero me cae bien. Y respecto a Eric...llevo sin verlo tres días. No ha aparecido en el trabajo y yo no lo he llamado porque a lo mejor se piensa que soy una de las tantas que babean detrás de él (a lo mejor si babeo un poco pero no se me debe notar).

Salí de Atlanta feliz, aunque me quedara un largo camino.

***

Llegué al aeropuerto y en serio, no me había dado cuenta de lo mucho que echaba de menos esto hasta que he salido a la calle. El día estaba nublado, como la mayoría de los días pero por suerte no llovía.

Llegué a mi apartamento en un taxi y cuando dejé las cosas y me puse ropa más cómoda decidí llamar a Anna.

Un tono, dos tonos, tres... Que raro, a lo mejor está con los chicos y no lo oye.

Esta vez probaré con Max.

-Hola calvito. -dije feliz de que me lo hubiera cogido.

-Hola pequeña americana. -pude notar la sonrisa que apareció en su cara.

-¿Qué tal?

-Bien aunque te echamos de menos...ya sabes.

-¡Hola Alice! -gritaron todos a coro aunque yo juraría que esas voces eran solo de hombres.

-¡Hola flores del campo! ¿Qué casa ha tocado hoy?

-La de Jay, claramente. -oí como Tom se reía.

-¿Sabes una cosa Alice? -escuché como me hablaba Tom otra vez. Pondría la mano en el fuego y diría que Tom está chafando a Max mientras que me habla.

-Sorpréndeme, por favor. -dije saliendo de casa en dirección a la de Jay.

-Las rosas son rojas y el cielo es azul. ¡Oh! ¿Os habéis dado cuenta de que no tiene sentido? ¿por qué se llaman rosas si son rojas?

Y estuvo así todo el maldito camino hasta que llegué a casa de Jay y toqué al timbre.

-Eh Max se os ha oído el timbre por allí. -dije.

-Joder que oído. ¡Tíos callaros! A ver si van a ser los vecinos.

-Shhhhhh -escuché que hacían Jay y Tom y después se reían.


Abrió la puerta un Max sin camiseta, em ¿Hola? El no esperaba mi visita pero es que yo tampoco me esperaba ese recibimiento. Ya que nos ponemos, está muy muy...en fin, ya sabéis. Se quedó ahí plantado con los ojos abiertos y entonces le sonreí.

-Joder soy fea pero tampoco es para tanto.

-Pero...¿Alice? -empezó a acercarse y a mirarme como un bicho raro, entonces me señaló. -Tienes un moco.

-¿¡QUÉ?! -dije abriendo los ojos como platos y salí directa al primer espejo que hubiera. -¡Hijo de tu mami! ¡No tengo nada! -escuché las risas acercándose.

Invincible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora