Capítulo 17:

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Jack terminó de enseñarme las salas que usaría esta semana para las sesiones, no me presentó a nadie porque todos estaban trabajando. Por suerte mi jefe parecía majo y me sentí bastante cómoda con él. Jackson es moreno y tiene el pelo negro, no paraba de sonreir en todo el tiempo y eso le da un aire juvenil que le hace atractivo. 

Después de haberme enterado del horario de trabajo decidí ir a un bar cercano para comer, ya que tenía que estar en aquel edificio gigantesco en menos de dos horas. Terminé de comer y me encaminé hacia el trabajo. Busqué la sala que Jackson me había indicado anteriormente y cuando entré me encontré con un chico delgado, alto, de pelo castaño y no muy moreno de piel, sí era guapo pero no de mi tipo. Tenía una cámara colgada del cuello y estaba preparando un decorado.

-¡Hola! ¿Tú debes de ser Alice, no? -dijo el chico acercándose a mí y estrechándome la mano, yo asentí y sonreí como respuesta. -Yo soy Mike y voy a ser tu fotógrafo. -dijo con una sonrisa en la cara, se le veía entusiasmado.

-Encantada Mike. -dije con el mismo entusiasmo que tenía él.- ¿Cómo funcionaremos hoy?

-Pues vamos a empezar a hacerte algunas fotos a tí sola y luego vendrá Eric. -puso una mirada algo pícara cuando dijo su nomre.- Entre tú y yo, tiene un polvazo. -y me guiñó un ojo.

Tenía curiosidad por saber quien ese tal Eric. Si era guapo por lo menos me alegraría las vistas, aunque pensaba que las fotos serían a mí sola. Por lo menos tendría más compañía.

Mike y yo nos caímos bien y por esa razón estuvimos riéndonos mientras que me hacía las fotos. Estuvimos por lo menos una hora así y entonces entró alguien a la sala.

-¿Se puede? 

-Hola Eric. -dijo Mike acercándose a él.

-Hola, ¿Quién es ella? -escuché como se lo decía a Mike por lo bajito pero igualmente podía escucharlo.

-No seas borde Eric, es muy simpática. -también pude escuchar eso y pensé que era un estorbo allí.

-Bueno ¿cómo te llamas? -me dijo serio.

-Alice. 

Se dio media vuelta y se fue, supuse que a cambiarse para la sesión.

-Hey, si es borde no le hagas caso, en el fondo es majo. -puse los ojos en blanco deseando que no fuera demasiado incómoda la tarde.

Cuando volvió a entrar no pude evitar quedarme envelesada en él. Iba demasiado guapo, con la vestimenta que debía para la sesión, pero guapísimo, daban ganas de quitarle la ropa y bueno ya sabéis. Tenía la espalda ancha, y se notaba que tenía el cuerpo trabajado, pelo negro y no muy moreno de piel, así si era de mi tipo, aunque demasiado borde. Me recordaba a Max, tenían cierto parecido, solo que Eric es más alto.

-¿Qué miras tanto? -dijo, pero esta vez tenía un tono divertido en la voz. -por favor recoge el charco. -dijo riéndose al pasar por mi lado.

-Idiota. 

La sesión transcurró bien, no hablamos casi entre los dos. Yo hablaba con Mike casi todo el tiempo. Por fin terminamos, agotaba eso de estar posando toda la tarde ante una cámara.

-Vamos a tomarnos una cerveza, ¿os apetece?

-Por mí vale. 

-Yo paso que te voy a aborrecer. -dijo Eric.

-Idiota... -dije poniendo los ojos en blanco.

-¿No sabes decir otra cosa? -dijo con arrogancia. Que hostia se estaba ganando.

-Si lo que quieres es que te insistamos la llevas clara. -salí por la puerta un poco irritada. Sí era muy guapo pero me irritaba y eso que solo era el primer día. 

NARRA ANNA:

Nathan estuvo tres semanas y media en el hospital, lo ayudamos a acomodarse en su casa otra vez y no lo dejaríamos solo tampoco, porque no se podía mover solo.

-Nathan yo me quedaré contigo esta noche, Kate me ha dicho que mañana no tengo que ir a cuidar de Lucy. 

-Perfecto. -dijo con una sonrisa en la cara, todos estaban de acuerdo asique no había problema.

****

-¡El diario de Noa! 

-¡Qué no! No le veo sentido a que quieras llorar. 

-¡Oh venga...! porfa porfa porfa porfa, si no pondré Titanic. 

-Mejoras por momentos. -notesé la ironía.

-Pues entonces el diario de Noa. -puso los ojos en blanco pero no dijo nada.

Nos acomodamos en el sofá y acabé acurrucada en él.  No me dio tiempo a terminar la película cuando ya me había dormido, estaba demasiado cómoda acurrucada en Nathan y a él parecía que no le molestarle.

Me desperté pero no abrí los ojos. Notaba como Nathan me acariciaba lentamente la cara, con ternura quizás, y notaba como me miraba. No quería abrir los ojos por si paraba de acariciarme, realmente me sentía bien y se me erizó el bello, aunque creo que no se dio cuenta. 

-¿Qué estoy haciendo Anna? ¿Qué me estás haciendo? -y suspiró, dejándome confusa e intentando buscarle el sentido a todo aquello.

-Eric en multimedia-

Invincible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora