Maratón 1/2
Nico escuchó la noticia en silencio, lo cual no hacía más que poner nervioso a Dante. Cuando el chico apareció en medio de su pequeña celebración, Dante y Percy creyeron que era su deber contarle lo que le había pasado a su hermana. Se lo llevaron a un lugar apartado, lejos de las miradas piadosas del resto de campistas. Percy trató de explicarle cómo había ocurrido, cómo se había sacrificado Bianca para que la búsqueda no fracasara. Pero a medida que hablaba tenía la sensación de estar empeorando las cosas.
- Ella quería que conservaras esto - le dijo mientras sacaba la figura que Bianca había encontrado en la chatarrería. Nico la sostuvo en la palma de la mano y la contempló. Estaban en el pabellón del comedor, precisamente en el mismo sitio donde habían hablado antes de que ambos héroes partieran. A pesar de la protección mágica del campamento, el viento era helado. Nevaba levemente sobre los escalones de mármol.
- Prometiste que la protegerías - dijo Nico. Dante todavía no era capaz de comprender que tenía aquel chico que hacía que sus pelos se pusieran de punta, pero cuando le escuchó decir aquellas palabras todos sus sentidos le advirtieron de que estaban en peligro.
- Nico - repuso Percy - Lo intenté.... Lo intentamos - miró a Dante buscando el apoyo de su amigo - Pero Bianca se sacrificó para salvarnos a lo demás. Le dije que no lo hiciera. Pero ella... -
- ¡Me lo prometiste! - les lanzó una mirada furibunda con los ojos enrojecidos y empuñó con fuerza la figura del dios - No debería haber confiado en ti - la voz se le quebró - Me mentiste. ¡Mis pesadillas eran ciertas! -
- Espera... - musitó Dante - ¿Pesadillas? ¿Qué pesadillas? -
Arrojó la pequeña figura, que rodó tintineando por el mármol helado - ¡Te odio! ¡Os odio! -
- Tal vez esté viva - dijo Percy a la desesperada - No estoy seguro... -
- ¡Está muerta! - Nico cerró los ojos. Todo el cuerpo le temblaba de rabia - Debería haberlo adivinado. Está en los campos de Asfódelos ahora mismo, de pie ante los jueces. Puedo sentirlo -
Dante dio un paso atrás mientras deslizaba sus manos hasta donde solía llevar las Dagas de Cicno. No sabía que era. Pero estaba presenciando algo más que una rabieta de un crio - ¿Qué significa que puedes sentirlo? -
Antes de que pudiera responder un sonido que en los últimos días Dante había empezado a detestar sonó. Un silbido y un rechinar de dientes. Percy y Dante se dieron la vuelta y desenfundaron sus armas mientras Nico sofocaba un grito - Oh, oh... Parece que tenéis problemas... - comentó el diablillo. Frente a ellos cuatro guerreros-esqueleto les dedicaban una sonrisa sin labios y avanzaban con sus espadas desnudas. Dante era incapaz de responder a la pregunta de cómo habían conseguido superar las barreras del Campamento Mestizo, pero su lado más militar alababa su persistencia.
- ¡Pretendéis matarme! - chilló Nico - ¿Tú has traído... estas cosas? -
- No seas gilipollas... - refunfuñó Dante a la vez que las llamas de sus dagas se encendían - Percy coge al crío y busca ayuda. Yo los entretengo -
El hijo de Poseidón se dio media vuelta listo para salir corriendo con el más joven a cuestas. Pero este respondió con un empujón - ¡No me fío de ti!
El primer esqueleto se lanzó a la carga. Dante desvió su mandoble con facilidad, pero los otros tres también se le echaron encima. Partió a uno por la mitad, aunque empezó a recomponerse de inmediato. A otro lo decapitó con un espadazo, pero su cuerpo seguía luchando - ¡Los dos! ¡Largo! - gritó el hijo de Ares mientras aplastaba el cráneo de uno de sus enemigos con sus manos desnudas - ¡Id a buscar ayuda! -
ESTÁS LEYENDO
ARES #3 // DIOSES DEL OLIMPO
FanfictionRecuerda quién eres... Seis meses han pasado desde que Thalia fue liberada de su prisión y una nueva amenaza se alza al oeste del país. Dante deberá unir fuerzas con nuevos aliados y descubrir los secretos de su propia poder si quiere que la luna b...