- ¡¡Muere!! - aulló Atlas mientras su lanza se cernía sobre Percy. El chico estaba completamente indefenso... Había perdido su arma y sus fuerzas parecían haberle abandonado. Percy alzó la mirada con impotencia mientras veía como la muerte se cernía sobre él. Entonces, una sombra se interpuso entre su enemigo y su vida. Dante cruzó los brazos a la altura de su rostro justo cuando la lanza le alcanzó en el costado. La jabalina le golpeó con la fuerza de un tren y le lanzó volando por los aires como si fuese un muñeco de trapo.
Dante encajó un costalazo tremendo; la cabeza le daba vueltas. Levantó la vista y vio que había caído a los pies de Artemisa, quien seguía tensa bajo el peso del cielo - ¡Corre, chico! - jadeó - ¡Corre! -
Atlas se aproximó sin prisas. Percy estaba desarmado, Thalia estaba ocupada con su lucha contra Luke y Annabeth estaba demasiado agotada como para levantarse. En resumen, no había nada que lo parase - Has luchado bien - dijo mientras alzaba su arma - Pero hasta aquí has llegado. Muere, pequeño héroe -
- ¡No! - chilló Zoë. En un abrir y cerrar de ojos se incrustaron varias flechas en la axila del titán, justo en la articulación de su armadura.
- ¡Argggg! - con un bramido, el titán se volvió hacia su hija.
Dante usó las pocas fuerzas que le quedaban y se puso de pie. Estaba seguro de que se había roto algún que otro hueso, las costillas le ardían como si fuesen de fuego y su hombro derecho apuntaba hacia un lado extraño - Tienes que sacarles de aquí... - jadeó Artemisa. Dante miró a la diosa aunque su vista era borrosa - Me lo prometiste - el hijo de Ares recordó la breve conversación que mantuvo con la diosa antes de subirse al carro de Apolo - Prometiste que las mantendrías a salvo -
Dante exhaló aire lentamente. Sabía que estaba al límite, pero aún así permitió que el poder divino de su padre impregnase su cuerpo - ¿Sabe? Yo no recuerdo casi nada de mi pasado - dijo el chico mientras con un desagradable chasquido su hombro volvió al lugar correcto - Pero hay una cosa que sí sé... Las promesas no son lo mío -
Las heridas de su cuerpo comenzaron a sanar a medida que sentía como su fuerza aumentaba - ¿Por qué suenas tan orgulloso? - preguntó la diosa. Dante no respondió, avanzó con paso decidido hacia Atlas. Por puro instinto, abrió las palmas de las manos y las dagas de Cicno volaron hasta estas como por obra de magia - ¿Qué vas a hacer? -
Dante flexionó ligeramente las rodillas mientras permitía que todo el poder de su padre desbordase su cuerpo - Voy a ganar - sentenció antes de saltar directo a por Atlas. En mitad del vuelo las dagas de Cicno se encendieron, creando un tornado de llamas que se precipitó sobre el General. Las llamas fueron creciendo, consumiendo el oxígeno que había a su alrededor, a medida que Dante lanzaba espadazos que impactaban contra la robusta armadura del titán.
- ¡¿Eso es todo lo que puedes hacer?! - aulló su enemigo mientras con un potente movimiento de su lanza extinguía las llamas que le rodeaban. En cuanto el fuego se esfumó Atlas buscó con la mirada al chico, pero Dante parecía haber desaparecido junto con el fuego - ¡¿Dónde te has metido insec...? -
Antes de que Atlas pudiese acabar la frase una funesta sensación se extendió a su alrededor. El vello de su nuca se erizó mientras la figura de Dante aparecía a sus pies. Las llamas de las dagas de Cicno pasaron del brillante color amarillo rojizo a un profundo azul. El fuego parecía contraerse como láminas apretadas mientras el brillo que producían sus armas cobraba mayor intensidad. El General solo tuvo tiempo de colocar su lanza en medio antes de que Dante descargase su ataque.
Las hojas de las dagas de Cicno atravesaron la lanza de oro como si se tratase de mantequilla e impactaron contra la recia armadura del titán. En un principio la armadura resultó ser más resistente que la lanza. Pero en cuanto Dante ejerció un poco más de presión sus armas describieron un arco fulminante que penetró la coraza y cortó a través del pecho del titán.
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ARES #3 // DIOSES DEL OLIMPO
Fiksi PenggemarRecuerda quién eres... Seis meses han pasado desde que Thalia fue liberada de su prisión y una nueva amenaza se alza al oeste del país. Dante deberá unir fuerzas con nuevos aliados y descubrir los secretos de su propia poder si quiere que la luna b...