capítulo cuatro.

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Mateo.

—A tan solo horas vas a tener tu próximo show, con un sold out y una gira preparada para dentro de poco tiempo...¿es así? —preguntó la entrevistadora desde el otro lado del celular, yo fingí una sonrisa y asentí con mi cabeza.

Y mi vista no podía desviarse hacia la cantidad de comentarios negativos que la gente me dejaba.

Me dolía, un poco me dolía.

—Así es, 'tamos rompiendo duro con el disco y ahora hay que vacilarla por España. —contesté con una sonrisa, y ella quedó boquiabierta.

—¡Ah, bueno! ¿escucharon, gente? Trueno nos acaba de confirmar que la gira comenzaría en España. —dijo contenta mientras miraba los comentarios, porque hasta el momento lo único que la gente sabía era que próximamente se avecinaría una gira, pero no sabían en qué parte del mundo.

Pocos comentarios se alegraban y me tiraban buena onda, el resto, casi el 70%, eran personas insultandome por lo sucedido la última vez a la salida del show.

¿Nunca van a olvidarse?

—Y... contanos, Mateo, ¿Cómo te llevás con esto de la fama?¿Te gusta? Porque estos días estuvo circulando un vídeo...—comenzó a hablar y apenas entendí por donde iba la mano exhalé profundo con mi vista hacia mi progenitor, quien se encontraba detrás de mi celular sentado tomando mates.

Me hicieron justo la pregunta que no quería contestar, pero entendí que debía salir a arreglar la cosa con tal de frenar todo el hate.

—Lo del vídeo fue una confusión, yo a mi gente la respeto y les debo todo lo que me está pasando, soy consciente de eso... —determiné con firmeza sin ni siquiera dejarla terminar su oración. Ella tragó saliva algo incómoda y asintió con su cabeza—No me voy a hacer más el boludo, sé que ese vídeo tuvo bocha de repercusión y que llegó a un montón de gente, por eso voy a explicar lo que pasó...—aclaré. Carraspeé mi garganta seca, me acomodé mejor en mi lugar y le di una última mirada a Pedro: él me miraba con un poco de miedo, ambos sabíamos que debía limpiar mi imagen, pero mis palabras podían jugarme en contra si no digo lo que la gente necesita escuchar—No fue mi intensión gritarle así a toda esa gente ni mucho menos a una nena, no soy un desalmado. —aclaré para calmar los insultos y pude ver como los números de visitas al vivo crecían de manera abrupta—Tuve un mal día, el show no había salido como yo quería y quedé bastante insatisfecho con la función que le brindé a la gente. Tenía un montón de cosas en la cabeza y quería llegar a mi casa cuanto antes, y...bueno, saliendo del teatro se acercó esta persona y reaccioné mal, lo acepto. No tuve por qué reaccionar así ni por qué gritar de esa manera, pido disculpas de corazón, no se merecían ni en pedo ese trato. —pedí llevando una de mis manos a mi pecho para fingir sonar lo más sincero posible. Porque en realidad sí sentí que se merecían ese trato, ¿o se piensan que por ser una figura pública se me pueden tirar de esa manera?

—Bueno, te agradecemos que salgas a aclarar esto en nuestra radio. —dijo con una leve sonrisa la pelirroja y yo le devolví el gesto.

Por primera vez, el chat estaba en un desolado vacío. Nadie escribía, nadie opinaba, nadie daba señales de vida.

—Y para compensar lo que hice vamos a largar cincuenta meet and greets para que me puedan abrazar de manera más organizada. —bromeé divertido y ella rió levemente. El chat nuevamente revivió y ahora eran puros fans alterados y emocionados. Papá abrió sus ojos como platos, sorprendido, ya que obviamente esto lo habíamos organizado con anticipación junto a Jerónimo pero no era la idea largarlo así de repente—Saben que yo no hago esto porque no me gusta cobrarles por una foto o un autógrafo, pero de alguna manera necesitaba reparar lo que hice. —mentí con una falsa sonrisa a boca cerrada, en realidad me hubiese encantado hacer siempre esas cosas con tal de recibir plata, pero no soportaría inmensidad de personas viniendo a abrazarme y a asfixiarme con sus cursilerías—Que tenga un tiempito para ustedes y si tienen todavía dudas que puedan charlarlo conmigo, sé que los tiempos no son tan largos pero al menos voy a poder pedirles perdón de frente por lo que hice. —agregué para convencerlos , en realidad lo que menos quería era tener un mínimo contacto físico con ellos, pero iba a ser la única vez que haría una cosa así, debía esforzarme.

destino; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora